En esa parte de la ciudad se encuentran varias universidades como Los Andes, Jorge Tadeo Lozano, Externado de Colombia e Incca, entre otras, por lo que existe mucha demanda de habitaciones estudiantiles.
Vivir en el centro tiene varias ventajas, porque está clasificado con los estratos uno, dos y tres y el costo de los servicios y los impuestos es bajo.
En un pequeño espacio se concentran varios tipos de vivienda, atractivos para diferentes usuarios.
Además, queda cerca del Centro Internacional y Financiero y de las entidades gubernamentales.
Sobre la carrera Tercera se encuentran las Torres Blancas, un importante conjunto de edificios, con amplias zonas verdes y zonas comunales.
Allí hay apartamentos de entre 120 y 150 metros cuadrados, cuyos precios oscilan entre 380.000 y 450.000 pesos.
Las mismas áreas y precios se aplican a las Torres de Fenicia, otro conjunto de apartamentos, también sobre la carrera Tercera.
En el sector comprendido entre las calles 25 y 13 y las carreras 3a y 7a existe un gran mercado de oficinas que aumentan la demanda por vivienda.
Allí se encuentran edificios de apartamentos de más de ocho pisos, con áreas entre cincuenta y cien metros cuadrados y con precios entre 350.000 y 400.000 pesos el metro cuadrado.
Sobre la calle 19 también se encuentran grandes edificios de apartamentos, con áreas entre 50 y 120 metros cuadrados y a los mismos precios anotados.
Abajo de la carrera Séptima se encuentran algunos edificios con apartamentos pequeños cuyos precios oscilan entre 300.000 y 350.000 pesos el metro cuadrado.
El sector comprendido entre la carrera Décima y la Avenida Caracas se ha convertido en residencias y casas de lenocinio, que deprimieron la zona y ahuyentaron a los residentes.
De todos modos, el centro sigue vivo, aunque en esas pocas manzanas se ven muchos contrastes.
No obstante, un eficiente servicio de aseo y la reparación de los andenes han hecho vivible el centro de Bogotá.