La actividad científica en Colombia parte de la Expedición Botánica, porque es la primera empresa auspiciada por el Estado que se dedica a las ciencias, comenta el presidente de la Academia Colombiana de Historia, Santiago Díaz Piedrahíta, quien esta semana presentó, precisamente, su libro Mutis y el movimiento ilustrado en la Nueva Granada.
Con esta publicación, Díaz rinde homenaje a toda una generación de hombres ilustres, que se convirtieron en apoyo fundamental de la Expedición (1783-1816), aunque, al final, algunos se dejaron cautivar por la política.
Dream team, en el olvido Los grandes olvidados de esto fueron los colaboradores de Mutis. Porque todo el mundo solo habla de él, pero se les olvida que no trabajó solo. Él tuvo una serie de colaboradores en distintas épocas muy importantes, resalta Díaz.
El religioso santandereano Juan Eloy Valenzuela Mantilla, experto en historia natural, se desempeñó el primer año de la Expedición como subdirector de la misma.
Con él se destacó el criollo paisa Francisco Antonio Zea, ilustre científico, educador y diplomático, que acompañó a Mutis en la subdirección de su proyecto y luego pasó a la dirección del Jardín Botánico de Madrid (España).
En zoología, sobresalió el cartagenero fray Diego García Mejía. Es uno de los (...) más importantes de la Expedición Botánica, empresa de la que fue uno de sus primeros comisionados y donde laboró por cerca de siete años, dice Díaz.
Se destacó también el payanés Francisco José de Caldas, que colaboró con la Expedición como adjunto en Ecuador y se desempeñó como primer director del Observatorio Astronómico, único en su tipo construido en América.
El naturalista Sinforoso Mutis se desempeñó como segundo director de la Expedición. Díaz destaca su trabajo en pro de la organización de la República. .
Mutis y el movimiento ilustrado en la N. Granada Santiago Díaz Piedrahíta.
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