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LOS GITANOS, OTRA VEZ PERSEGUIDOS

Tras repetidos intentos de asimilación forzosa bajo el comunismo, los gitanos del Este de Europa recuperan su condición de nómadas pero vuelven a ser, al mismo tiempo, discriminados y perseguidos.

EFE.
En los antiguos países comunistas se calcula que viven entre cinco y seis millones de gitanos: en Rumania son 1.8 millones y constituyen la minoría étnica más importante, por delante de húngaros y alemanes. En la ex Yugoslavia suman 700 mil y en Bulgaria, por ejemplo, 600 mil.
Checoslovaquia prohibió por ley el vagabundeo gitano en 1958 y los roma (nombre que reciben los gitanos en Centroeuropa además del de sinti ) fueron trasladados a la fuerza a los lugares donde se necesitaba fuerza de trabajo, por ejemplo, a las zonas mineras de Bohemia.
Las mujeres gitanas que se dejaban esterilizar recibían como recompensa de las autoridades comunistas de entonces el equivalente del sueldo de un año. Checoslovaquia no fue el único país del bloque comunista en intentar domesticar a su población gitana: los cíngaros de Bulgaria fueron alojados también a la fuerza en fríos bloques de apartamentos, a veces ocultos por elevados muros.
Tras la caída del muro de Berlín miles de gitanos recuperaron la tradición nómada de su pueblo y emigraron hacia el oeste, donde intentaron hacer negocios vendiendo lo mismo automóviles usados que electrodomésticos.
Sin embargo, el júbilo de los cíngaros duró poco ya que pronto comenzó una emigración forzosa en sentido inverso: miles de gitanos fueron expulsados de Alemania, de donde pasaron a la República Checa, cuyas autoridades los obligaron a seguir viaje a Eslovaquia, de donde pasaron a Hungría y de allí otra vez a Rumania.
Las nuevas democracias de la Europa del Este no quieren saber nada de esa minoría. Así, el pasado junio la República Checa promulgó una nueva ley de ciudadanía que declaró prácticamente extranjeros a 75.000 gitanos. La organización defensora de los derechos humanos Helsinki Watch ha elaborado una lista de ataques llevados a cabo contra ese pueblo, lista que incluye ya decenas de víctimas.
EFE.
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