¡Sorpresa! El que se quedaría en el banco es el Ringo Amaya, el hombre de confianza y escudero del DT; el titular en cinco de los seis duelos disputados en la eliminatoria (faltó a uno por acumulación de amarillas).
Hay dos versiones: la semioficial y la real (así, con comillas sencillas).
La primera apunta a que Ringo tiene una fatiga muscular, la que fue descartada ayer por el cuerpo médico de la Selección al enviado especial de EL TIEMPO a Rionegro.
La real es que Ringo se quedaría en el banco por chiquito. Pinto está preocupadísimo por el juego aéreo de Uruguay. Me contaron ayer que, luego del estudio riguroso que el cuerpo técnico hizo del partido que perdió Uruguay con Brasil en Sao Paulo (2-1), Pinto en lo que más enfatizó durante la semana de entrenamientos fue en la pelota larga en busca de un pivot altote como Abréu, quien jugó contra Brasil, pero que no estaba anunciado por Uruguay para esta tarde. En la práctica secreta del jueves lo que más se ensayó fue evitar el saque largo del arquero o el balón largo de ellos y presionar a los costados para evitar que nos levanten centros, le contó un jugador a la prensa.
¿Y qué tiene que ver Ringo? Pues que Sánchez mide 11 centímetros más que Ringo (1,82 metros contra 1,71) y en teoría pelearía mejor el balón arriba de manera frontal y además ocuparía posición de tercer defensa central para rechazar centros.
Es la novela de la víspera de un partido que toca ganar, para no perder el ahorro de puntos, juegue Amáya o Sánchez, Abreu o Forlán o todos juntos.
Ojalá que esa obsesión defensiva que nunca está de más, permita que Colombia tenga cómo hacer el golecito para ganarle a Uruguay.