Lo de Botero merece comentario aparte, toda vez que su especialidad es el salto. María Luisa, hija del ex campeón Andrés Botero, va en una curva ascendente y a medida que adquiere roce mejores resultados obtiene.
En la categoría open, la sorpresa corrió a cargo del bogotano Germán Sáenz, que venció inesperadamente en la final de slalom. Las otras tres medallas, tanto en damas como en varones, fueron para los extranjeros.
También se destacó el argentino Javier Julio, que venció en slalom y salto y fue segundo en figuras (detrás del colombiano Alejandro Aponte), ratificando su condiciones.
En la jornada inaugural del certamen, el viernes, el argentino, campeón Latinoamericano de la modalidad, había impuesto récord de slalom, al sobrepasar 50 boyas con una cuerda de 12 metros a 58 kmh/h.
El anterior registro estaba en su poder, con 48 boyas, y había sido logrado el año pasado en Bogotá, precisamente con ocasión del Latinoamericano.
Además de las victorias de Botero y Sáenz, para Colombia el balance general del campeonato fue altamente satisfactorio. En todas las rondas definitivas los esquiadores nacionales se hicieron presentes y alternaron de tú a tú con los experimentados y más fogueados representantes de Argentina y Estados Unidos.
Entre los foráneos, los de mejor desempeño fueron el argentino Julio (ganador en slalom y salto), sus compatriotas Jorge Renosto (vencedor en figuras) y Lorena Botana (segunda en todas las modalidades), además de la estadounidense Leza Harrison, que se mantuvo invicta en la categoría open.
Cabe destacar, asimismo, la realización de competencias en la rama infantil, fuera de concurso, por supuesto. El objetivo de la Federación Colombiana al programar este invitacional fue sembrar la semilla de los esquiadores que dentro de unos años puedan representar al país en los certámenes internacionales.
Este Abierto de Colombia, de otro lado, sirvió para que los dirigentes colombianos reiteraran ante las máximas autoridades del este deporte su interés en que el país específicamente el Club Llanogrande de Rionegro sea sede del Campeonato Mundial de mayores. Ya en 1992 ese mismo escenario albergó a los mejores juveniles del planeta, en un torneo de mucho lucimiento.