Los militares estadounidenses trasladaron la semana pasada unos 7.500 balseros alojados durante casi seis meses en cuatro campamentos en las riberas del canal panameño a Guantánamo.
Desde que escaparon el año pasado en precarias balsas, los miles de balseros rescatados en alta mar por guardacostas estadounidenses y alojados en Guantánamo y Panamá creyeron que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, les otorgaría visas.
Pero transcurrió el tiempo y Clinton no respondió a las demandas de los isleños, que entonces protagonizaron constantes huelgas y fugas aquí.
Estados Unidos llevó a cabo en Panamá, por medio del Departamento de Justicia, un programa de entrada provisional para beneficiar a más de 1.100 cubanos entre enfermos, niños y ancianos, pero no llenó las expectativas de la mayoría de los refugiados.
El Encargado de Negocios de la embajada estadounidense en Panamá, Oliver Garza, dejó en claro que su país no cambiará su política migratoria respecto a los balseros.
El presidente del Comité Panameño por los Derechos Humanos, Osvaldo Velásquez, consideró al respecto que Estados Unidos engañó a los balseros llenándolos de falsas esperanzas de que serían recibidos en ese país.
Velásquez, ex embajador de Panamá en Ginebra, exhortó repetidamente a Estados Unidos y a otras naciones latinoamericanas a otorgar visa a los cubanos. Fustigó también al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados por no hacer nada por los balseros .
Washington pidió a las naciones latinoamericanas recibir a los balseros, y si bien Panamá, Venezuela y Belice se manifestaron dispuestos a ayudar, aún no han aceptado a grupos de isleños.
No sabemos que pasará con nosotros en Guantánamo , dijo antes de partir Félix Bonat, mecánico de 38 años que cuenta con familia en Estados Unidos y no pierde la esperanza de entrar a esa nación.
Por su parte, Julio Rodríguez, de 27, afirmó con lágrimas que ahora tenemos que esperar que alguien se apiade de nosotros. En Cuba tendremos un futuro de terror... y el régimen no nos dará trabajo, y nos investigará, nos encerrará por traición y salida ilegal .
Por eso, sólo muerto retornaré a la Habana , advirtió.