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IBAGUÉ, EN LA MIRA DEL NARCOTRÁFICO

El narcotráfico se pasea ya por las calles de Ibagué. Un incipiente fenómeno sicarial, la presencia de reconocidos narcos del Valle, el auge de las construcciones lujosas, el alza en los precios de los arriendos, las elevadas cifras de inversión y los hallazgos de sofisticados laboratorios son los síntomas inocultables.

Además, las autoridades iniciarán investigaciones formales por el lavado de más de 18 mil millones de pesos, producto del narcotráfico, a través de entidades financieras del departamento.
Esto, sin olvidar que el Tolima tiene más de 6.000 hectáreas sembradas de amapola y casi todos los cultivos están controlados por los guerrilleros.
El comandante de la Policía, coronel Eduardo Rengifo, admite que en Ibagué hay una extensión del cartel de Cali .
También se ha señalado otro factor perturbador: la presencia de Julio Fabio Urdinola en la cárcel de Picaleña. Según las autoridades, este hecho ha generado la migración de narcos del Valle.
El primero en poner el dedo en la llaga fue el arzobispo de Ibagué, monseñor Juan Francisco Sarasty, quien en un comunicado aprobado por todo el clero dijo que no queremos que Ibagué se vuelva refugio de los mercaderes de la muerte y de sus dineros .
El fantasma del narco camina por Ibagué
Hasta marzo del año pasado los habitantes de Ibagué no sabían que el monstruo del narco ya había decidido criarse en esa ciudad.
El 6 de marzo del año pasado cayó el primer laboratorio para procesar coca y pensaron que era un hecho aislado . Ahora, como en una historia de terror, el monstruo ha crecido rápidamente y, aunque parece intocable como un fantasma, sus pisadas ya resuenan por la ciudad.
Las autoridades están a punto de iniciar una investigación formal por el presunto lavado de más de 18 mil millones de pesos a través de entidades financieras del Tolima. En el delito estarían involucradas casi una decena de personas.
Las investigaciones preliminares apuntan a que a través de una entidad sin ánimo de lucro se recibieron supuestos aportes económicos en dólares que posteriormente se convirtieron en bienes saneados ante la Dirección de Impuestos.
Pero este no es el único síntoma de que el narcotráfico ya corre por el departamento. El propio comandante de la Policía, coronel Eduardo Rengifo, dijo que en Ibagué hay una extensión del cartel de Cali, pero que aún no ha habido manera de convertir en pruebas los indicios que existen hasta el momento. Nadie se quiere comprometer y hasta ahora las indagaciones no han permitido identificar a cabecillas del narcotráfico a quienes se les pueda iniciar una investigación formal por ese delito , dijo el oficial a EL TIEMPO.
Un incremento calificado por muchos como extravagante en los índices de construcción, el aumento de la circulación de vehículos importados muy lujosos, la presencia de extraños visitantes con aspecto de nuevo rico y el surgimiento del fenómeno del sicariato son otras señales de la existencia de esos dineros de oscura procedencia.
Esto, sin apartarse de que por lo menos 6.000 hectáreas del departamento ubicadas sobre la cordillera Central están sembradas de amapola.
Y hay algo más. Las autoridades saben que Henry Loaiza, conocido como El Alacrán , señalado por los organismos de seguridad como uno de los narcos más importantes del cartel del Norte del Valle, tiene la mira puesta sobre Ibagué, ha comprado propiedades en la zona a través de terceros y regularmente viaja a esa ciudad para hacer negocios y para descansar. A su alrededor se ha formado un círculo de narcos tolimenses de regular rango.
También se han tejido muchas historias. Se dice que El Alacrán regalaba vehículos a mujeres hermosas y hacía obras de caridad en Venadillo.
Según el coronel Rengifo, aunque el fenómeno del sicariato no se ha generalizado, ya se han presentado por lo menos cinco casos en los que se sospecha que las acciones de los sicarios se originan en órdenes del narcotráfico.
No obstante, aún hay quienes se resisten a creerlo. Varios sectores de la sociedad de Ibagué han comenzado a reaccionar y han insistido en que los beneficios otorgados por la Ley 44 del 86 a los nuevos inversionistas después de la tragedia del Nevado del Ruiz fueron los que generaron la totalidad del boom empresarial y de la construcción.
Hay otro sector que dice que no se aparta de que pueda haber dineros del narco en Ibagué, como existen en casi todo el país .
Pero hay un último que parece más realista y que admite que el poder destructor del narcotráfico ya está en la ciudad.
El primero en hacerlo públicamente fue el arzobispo de Ibagué, monseñor Juan Francisco Sarasty, quien en un comunicado apoyado por todo el clero de la ciudad dijo que no queremos que Ibagué se vuelva refugio de los mercaderes de la muerte y de sus dineros .
Y más adelante dijo: No deseamos que nuestra cultura recatada, modesta, familiar, ordenada, sea sustituida por modelos deletéreos. Las autoridades tienen el deber de controlar estos fenómenos y cuentan con los medios para ello, sobre todo ahora después del rechazo dado públicamente al narcoproyecto. También los diversos gremios económicos, financieros, industriales y profesionales tienen una responsabilidad en este sentido .
Triste realidad
Las autoridades no ocultan que importantes narcos del Valle y de Risaralda se han desplazado hacia el Tolima.
El Alacrán , saben, tiene propiedades a través de terceros en Venadillo, en El Totumo y en una zona de las afueras de Ibagué. Las autoridades investigan además si existen vínculos de un hombre conocido como Empanada con el cartel que ha construido El Alacrán en esta capital.
Otras tres o cuatro personas de Ibagué han comenzado a ser investigadas por los organismos de seguridad del Tolima, aunque aún no están formalmente sindicadas de narcotráfico.
Hasta ahora los investigadores solo han encontrado extraños vínculos comerciales entre algunos de los narcotraficantes y personas de la ciudad. Tal es el caso de un conocido comerciante de Ibagué que vendió una pequeña parte de su finca quince días antes de que las autoridades ubicaran precisamente allí un sofisticado laboratorio de coca.
Pero, aunque las indagaciones aún están en pañales , lo que hasta el momento es inalterable son los resultados de las acciones de la Policía contra los narcotraficantes.
El 6 de marzo del año pasado las autoridades encontraron un primer cargamento de 674 kilos de cocaína en el Guamo. Después, a comienzos de abril, fue hallado en Venadillo un sofisticado laboratorio, el más grande en la historia del departamento. Los insumos que se encontraron en el lugar, que apenas se estaba instalando, tenían un valor superior a los 800 millones de pesos.
Pero también cayeron laboratorios en Coyaima y en Piedras, a 30 minutos de Ibagué. En este último laboratorio, instalado apenas 15 días antes, fueron encontrados 300 kilos de cocaína pura.
En casi todos los allanamientos los capturados eran personas provenientes de los departamentos del Valle y Risaralda.
La Fiscalía también logró desmantelar una red de narcotraficantes que operaba a través de la Universidad del Tolima. Los narcos utilizaban a estudiantes de la Universidad para enviarlas con heroína desde Ibagué hasta Pereira.
Los investigadores establecieron que dos jóvenes de Risaralda hicieron contactos con mujeres jóvenes de la Universidad, las enamoraron y luego las convencieron de viajar a Pereira con por lo menos 20 bolsas que contenían 8 gramos de heroína cada una. El gramo de droga, cuyo valor en esta ciudad es de 30 mil pesos, se duplica en precio una vez puesto en Pereira.
Tres personas están detenidas y sus procesos ya están en marcha en la Fiscalía Regional de Bogotá.
Los procesos penales están en Bogotá porque en Ibagué no hay Fiscalía Regional. Unicamente fue asignado un fiscal sin rostro delegado ante la Sijin que por cuestiones de seguridad sólo instruye los procesos en su primera etapa pero no toma ninguna decisión de fondo.
Pero los casos son abundantes. Solo en el último año se iniciaron 300 procesos penales por delitos de competencia de la Justicia Regional. De ellos, el 60 por ciento se refiere a narcotráfico y más del 25 por ciento a secuestro.
Por eso, en la última reunión del Consejo de Seguridad de Ibagué, celebrada el martes de la semana pasada, se acordó pedirle formalmente a la Fiscalía General que cree una Fiscalía Regional en Ibagué.
Los capitales
Quienes afirman que el narcotráfico se metió en Ibagué se apoyan en cifras de inversión en construcción, en la abundancia del dinero circulante, en el aumento del valor de los arriendos y las propiedades y en alto índice de ahorro.
Los lujosos hoteles y restaurantes con atracciones especiales son hoy la comidilla de los ibaguereños. Eso es de un narco , esto otro también se escucha decir permanentemente pero las autoridades aún no tienen nada en concreto.
En el tema de la construcción, según la Secretaría de Planeación Municipal, en Ibagué esta se incrementó sustancialmente desde 1992 por el auge de los programas de vivienda de interés social. Pero el boom de la construcción en 1994 se debe al crecimiento de la vivienda uni y multifamiliar de lujo.
Solo en los primeros 9 meses del año se construyeron 246.371 metros cuadrados dedicados exclusivamente a vivienda; 13 mil más fueron construidos para comercio y casi 4 mil para la industria.
Los precios se fueron a las nubes. En promedio, el metro cuadrado construido cuesta entre 400 y 500 mil pesos y aunque algunos constructores opinan que es una cifra normal para una ciudad en desarrollo, otros creen que el incremento en los precios ha sido exagerado, pues hace dos años fácilmente se conseguía el metro cuadrado a 200 o 250 mil pesos.
Según cifras de Camacol, en 1994 los precios de la construcción subieron en más del 24 por ciento.
Los registros que lleva la Cámara de Comercio dan cuenta de una inversión neta en construcción en 1993 de 785.700.000 pesos y en 1994 de 1.026.300.000. Estas cifras, sin embargo, son simplemente lo declarado por los constructores y la propia Cámara admite que puede haber un subregistro.
Pero sobre el tema de la construcción muy pocos se atreven a hablar en público. Sólo el Arzobispo le dijo a EL TIEMPO que no entendía de dónde salía el dinero no solo para invertir en construcciones suntuosas sino para comprar a precios tan elevados.
Los arriendos también subieron en forma alarmante. Recientemente la presidenta de Fedelonjas, Clemencia Parra, le dijo al periódico Tolima Siete Días que la situación era preocupante. Según Parra, mientras hace varios años un arriendo que costaba 100 mil pesos en Bogotá se conseguía por 40 mil pesos en Ibagué. Ahora, dijo, la relación es de 100 mil pesos en Bogotá a 75 mil en Ibagué.
Más revelador aún es la cifra de inversión neta de capitales según los registros de la Cámara de Comercio. Mientras en 1993 esta fue de 13.160 millones de pesos, en 1994 ascendió a 126 mil millones de pesos.
La Cámara asegura que en estas cifras no hay ningún dinero caliente y que por el contrario son el reflejo del auge estimulado por el propio Gobierno a través de la Ley de estímulo a la inversión después de la tragedia del Nevado del Ruiz.
Hay más cifras. Según la Cámara, el año pasado se presentó el más grande ahorro de capitales en Certificados de Depósito a Término: las corporaciones captaron en los 12 meses 400.000 millones de pesos.
El problema es que aunque muchos aseguran que la mayoría de ese dinero es producto del trabajo honrado, la sombra del narcotráfico no deja de oscurecer el éxito de las inversiones limpias.
Faio Urdinola en Picaleña
La presencia de Julio Fabio Urdinola en la cárcel de Picaleña en Ibagué ha sido señalada por las autoridades como uno de los factores de perturbación del orden en la ciudad.
El hecho de que Urdinola esté en Ibagué -dijo un funcionario oficial que pidió no ser identificado- ha generado una migración de la gente que maneja sus finanzas, de gente encargada de seguridad e inclusive de amigos que quieren estar a su lado .
Los organismos de inteligencia tienen ya indicios de que testaferros al servicio de los Urdinola han empezado a adquirir propiedades en los alrededores de la cárcel.
Las habladurías sobre supuestas irregularidades en la cárcel no faltan tampoco, aunque la Procuraduría Departamental no ha recibido ni una sola queja contra los funcionarios de la cárcel.
El narcotráfico, un tema difícil
Al parecer, las autoridades de la ciudad quieren abstenerse de tocar el tema de la incursión de los dineros del narcotráfico.
En un diálogo informal con EL TIEMPO el alcalde de esta ciudad, Alvaro Ramírez, dijo que era mejor no pronunciarse sobre un tema tan delicado.
Según él, esos son asuntos de los organismos de seguridad aunque dejó en claro que uno no puede pensar que el dinero del narcotráfico no ha llegado a Ibagué porque esa plata está por todo el país .
Por su parte, el gobernador, Francisco Peñalosa, dijo que el tema se ha ventilado en los Consejos de Seguridad, pero que por ahora el problema no es tan preocupante.
Ultimamente -dijo- les ha dado por decir que es que hay un boom en la construcción. Dígame en dónde. Yo no veo las suntuosas construcciones de las que hablan .
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