COMUNA OCHO, A EXAMEN

Las acciones de la Alcaldía buscan contrarrestar problemas de contaminación producidos por 250 empresas allí asentadas, pero desconocen otros flagelos sociales.

Los escapes de gases tóxicos, que este año han sido varios, no son las únicas preocupaciones de más de 100 mil vecinos de los 20 barrios que componen la comuna. El peligro de que los niños sean involucrados en problemas de consumo de drogas, el riesgo de las niñas que van solas al colegio, la inseguridad en los parques y otros temores no dejan dormir tranquilo a más de uno en estas 529 hectáreas.

Es que las pandillas hacen de las suyas en una zona apta para la delincuencia: plagada de cafetines y lugares nocturnos. Las escuelas, en vez de ampliarse, cierran sus puertas por falta de alumnos y muchos residentes han tenido que emigrar por la inseguridad y el cerco cada vez más estrecho que la industrialización tiende sobre la zona residencial.

Anónimamente se denuncian ventas de droga camufladas en carros de perros en plena carrera 15.

Todas estas quejas, y muchas más, se escucharán hoy durante un cabildo abierto al que asistirán los concejales de la ciudad.