Los reguladores del sector dicen que temen que los inversores locales se desprendan a la carrera de todo tipo de inversiones. El viernes fue necesario llamar a la policía a la Bolsa de Shanghai para contener a las multitudes de inversores presa del pánico.
Es posible que veamos una ola de clientes] en nuestras oficinas , dijo David Wei, ejecutivo de Shanghai International Securities, la mayor casa de valores de China. Durante el fin de semana, la firma, que está bajo investigación por presuntas transacciones ilegales, consiguió una infusión de efectivo de emergencia de la banca, dijo Wei en una entrevista.
La crisis de los mercados financieros chinos hizo erupción a fines de la semana pasada, cuando los especuladores que apostaban a cambios de las tasas de interés negociaron futuros sobre bonos con un valor nominal superior a los US$100.000 millones. El año pasado, el Producto Interno Bruto de China fue de unos US$470.000 millones.
Durante los últimos ocho minutos de negociación del jueves, los especuladores que habían apostado a caídas de los precios intentaron empujar el mercado a la baja para cubrir sus posiciones, dijeron reguladores y corredores. El viernes los reguladores cerraron la bolsa de manera provisional. Después decidieron que los últimos ocho minutos de negociación del jueves fueron ilegales y ordenaron que se revirtieran las posiciones, lo que eliminó US$37.000 millones en transacciones. Eso dejó a algunas casas de corretaje, incluida Shanghai International, frente a una crisis de liquidez.
Todo esto no podría haber ocurrido en peor momento. El gobierno central financia su déficit y proyectos de infraestructura con bonos estatales y planea para este año una emisión récord de unos US$17.790 yuanes, casi un 50% superior a lo que recaudó el año pasado por medio de emisiones de deuda.