Por eso, y ante la actual coyuntura de tarifas, no sobra hacer algunos cambios que favorezcan el bolsillo.
Además, se pueden considerar los consejos para ahorrar, agua, luz y teléfono.
Lo importante es saber cuánto le cuesta modificar elementos como bombillos, calentadores, grifos, cisternas, estufas, tomacorrientes...
La inversión inicial, si se observa de manera aislada, puede ser algo elevada, pero si se calcula a largo plazo los beneficios saltan a la vista.
Puntos claves Uno de los electrodomésticos que mayor consumo de energía realiza en es calentador de agua. Varias empresas y especialistas en el tema han señalado las ventajas de instalar los de paso, que vienen en sistemas electrónicos, eléctricos y de gas, sin dejar por fuera los solares.
Los de gas requieren la instalación adicional de un ducto para la salida de gases. Ese aditamento lo colocan las empresas que los venden.
Otra alternativa son las duchas de paso que también reducen el consumo de energía.
Un aditamento de menor escala, pero mayor tecnología es el timer, que cosiste en una especie de tomacorriente programable para el calentador, la cual se enciende y se apaga en horas previamente establecidas. La instalación la realiza, sin costo adicional, la empresa que lo distribuye.
Lo más novedoso del mercado son los bombillos ahorradores; su luz es de origen fluorescente y genera rayos blancos o amarillos como los bombillos corrientes.
Algunos consumen 16 vatios pero su luz equivale a la de uno tradicional de 60; Los de 25 vatios equivalen a los de 100. Además, tienen una duración de 9 a 10 mil horas, lo que corresponde a unos cuatro años. Los convencionales tienen un promedio de duración de 600 horas.
Con los ahorradores se obtiene un ahorro de 30 por ciento en el recibo de la luz, si se cambian todos los de la vivienda.
Un accesorio más son las válvulas para tanques de cisterna (sanitario), que disminuyen el gasto de agua en casi tres litros por descarga.
Por otra parte, están las griferías, especialmente las importadas, cuyo diseño está sometido a estrictas normas de consumo que no permiten el paso exagerado de agua, por el contrario lo regulan y, a la vez, aumentan la presión para ofrecer mejores resultados. Esos modelos también existen para duchas.
Un cambio más pude ser el de la estufa eléctrica por una de gas, siempre y cuando haya las condiciones técnicas y lo permitan los reglamentos de propiedad horizontal.
El cambio total tiene un costo que oscila entre los 800 mil pesos y el millón y medio, según la cantidad, el tipo, la marca y calidad de los productos. (Para calcular por partes ver gráfico).
Todos los productos se pueden encontrar en supermercados de la construcción como Sentry, en centros de acabados y ferreterías.
Lo cierto es que una vez transformado el hogar en una vivienda económica, los recibos de los servicios públicos dejarán de ser un dolor de cabeza y se convertirán en gastos manejables. Sin embargo, cabe reiterar la recomendación de tomar medidas para consumir racionalmente tanto el agua, como la energía eléctrica.