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ARRIVEDERCI BAMBINOS

Estaban asustados, temerosos e inseguros. Por fin les llegaba el momento que por tres años habían aguardado con paciencia. El viaje a Europa, más concretamente a Siena, en la provincia de Toscana (Italia), era ya una realidad. El martes pasado, cuando el jumbo de Alitalia partió hacia Caracas, para después continuar por catorce horas más hacia Roma, los sueños de un bogotano y un boyacense, de empezar a figurar entre los mejores del mundo, en el atletismo de fondo, comenzaban a edificarse, o mejor, a correr más rápido. William Roldán y Libardo Briceño, en medio de su timidez, se persignaron, y antes de abordar el avión a las siete y media de la noche coincidieron en que por nada del mundo defraudarían a sus familias y a Colombia.

Redacción El Tiempodiciembre 18 de 1993, 12:00 A.M.

Podría llegar a decirse que Roldán y Briceño en un futuro cercano serán para el atletismo nacional lo que fueron Mora y Tibaduiza hace doce años. O lo que son Vásquez y Navarrete ahora. Pero, para qué comparar? Simplemente se trata de presentárselos. Que usted sepa que el atletismo colombiano no ha dejado de encontrar el relevo generacional de figuras como las ya mencionadas o como el gran Alvaro Mejía primer colombiano que ganó la corrida de San Silvestre.

Pues bien, empecemos con Roldán: El bogotano nació el 3 de marzo de 1973. Acaba de terminar el bachillerato y su paso a la universidad quiere estudiar publicidad o arquitectura tendrá que esperar mínimo hasta 1995, año en que podría regresar de Italia si no logra el rendimiento que el entrenador Dionisio Enrico espera.

Hasta el año pasado, Roldán corrió en la categoría juvenil. Este año, como mayor, logró un importante triunfo en la carrera Ciudad de Lorica. De juvenil, sus triunfos fueron muchos. A nivel suramericano fue tres veces campeón de los 5.000 metros planos y una vez de la prueba de cross country.

En Colombia, las 10 veces que ha sido campeón nacional despejan cualquier duda sobre cuál fue el mejor de todos en esta categoría. Además, dejó dos récords nacionales en 3.000 y en 5.000. Obviamente, para llegar a hacerlo, también tuvo que demostrar cuatro o cinco años atrás, que el primero entre los infantiles era él. Es un ciclo evolutivo difícil de mantener. Ser el mejor en cada una de las categorías por donde se va pasando no es fácil , comentó Roldán.

Lo más importante es sobresalir como persona. Después está el deportista. Las posibilidades de estudiar y realizarse como profesional no se pueden desaprovechar , afirmó el bogotano.

Más tímido que Roldán, el boyacense Libardo Briceño nació en Ventaquemada, a 10 minutos de Tunja, donde las gallinas campestres son la especialidad gastronómica, tiene 23 años, practica el atletismo desde 1989 y terminó cuarto semestre de administración de empresas en la UPTC de Tunja.

Ganó dos veces la carrera Ciudad de Lorica. La de Arauca, selectiva para la San Silvestre, donde ocupó el puesto 16, el año pasado, y logró también dentro de sus mejores resultados, el triunfo en la carrera internacional Ciudad de Buga.

Briceño es el segundo de cuatro hermanos varones y proviene de una familia campesina, humilde y trabajadora de Boyacá. Su sueño es lograr una medalla olímpica en la prueba de los 10.000 metros o en la de maratón.

Con respecto al viaje, aseguró que el objetivo principal en Italia es aumentar el rendimiento, mejorar las marcas personales y conocer al campeón mundial Said Aouita y saber cómo es un día de entrenamiento del marroquí .

Su admiración por Domingo Tibaduiza lo ha hecho mejorar día a día, sus marcas en 5.000 y 10.000. Ahora son de 14,18 y 29,45.

Los dos cambiarán la comida criolla del antiplano cundiboyacense por las pastas, las limonadas por los vinos entre comidas y, muy probablemente, se quedarán allá más del año previsto. Porque cuando de correr por Colombia se trata, los dos dan un paso al frente y dicen, yo.

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Redacción El Tiempodiciembre 18 de 1993, 12:00 A.M.