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LA HIJA DE UNOS IRRESPONSABLES

Vestida de jeans y camiseta y sin maquillaje, pocas personas la reconocen. Mientras espera a su hija en las puertas del colegio, junto con otro grupo de madres, nadie se atrevería a afirmar que es una de las mujeres más exitosas y millonarias del mundo. Demi Moore, la actriz de Propuesta indecente y Cuestión de honor, dos de las películas más taquilleras de los últimos tiempos, está fuera del mundo del celuloide por el momento.

Además de dedicarse de lleno a sus dos hijas, está trabajando en su última producción: su tercer embarazo.
Muchos actores menos ambiciosos que Moore estarían al borde de un colapso por tener que dejar una carrera ascendente durante tanto tiempo, pero no ella: Ahora me siento muy relajada. Cuando estoy filmando debo estar de 5 de la mañana a 7 de la noche en el set y no tengo tiempo para mi familia. El no tener nada que hacer es casi un lujo .
Y como muchas cosas en la vida, Moore aprendió esto a las malas. Mientras que a su primera hija, Rumer, le dio pecho durante dos años, la segunda, Scout, solo pudo alimentarse con leche materna durante seis meses, debido a su entrenamiento físico.
Pero eso ya pasó. La actriz, de 31 años, adora a sus hijas y está segura de querer un cuarto bebé y, por qué no, adoptar otros cuantos. Porque, según ella el embarazo va conmigo .
Una prueba de ello es que hizo de su segundo bebé un espectáculo, cuando posó desnuda para la revista Vanity fair a los ocho meses de estar esperando a Scout. Esa controvertida foto mostraba a un símbolo de fertilidad a la vez que a una reina del glamour.
Para mantenerse en la posición que ha ocupado durante los últimos años, Moore no solo posa para escandalosas fotografías. Está convencida de que el éxito se alcanza con esfuerzo y practica esta política, incluso durante sus embarazos.
El día que tuvo a Scout, había montado en bicicleta y en la noche había ido a bailar, y el día anterior había caminado durante dos horas y media. Pero eso no es todo. Cuando Scout cumplió dos meses de nacida, Moore ya salía a las 3 de la madrugada a trotar con su entrenador y luego iba a las 5 a grabar al set.
Poco tiempo después posó nuevamente para la revista Vanity fair, esta vez cubierta por una capa de maquillaje en el cuerpo. Y su dorso perfecto, luego de su segundo embarazo, anunció que estaba lista para volver a la batalla.
Y es una guerra que nunca termina, y que comenzó con su difícil infancia. Sus padres eran adolescentes irresponsables (su madre tomó el nombre de Demi de una revista de belleza, pero la actriz todavía no sabe si fue un producto para el cabello o una marca de maquillaje) y su niñez fue un caos.
Al comienzo, su madre dejó a su papá y se casó con Danny Guynes, a quien Demi describe como autodestructivo.
La pareja tuvo otro hijo, Morgan, que ahora es un técnico de efectos especiales, y luego se divorciaron para volver a casarse.
El trauma familiar y el hecho de que Moore se enteró de que su padre real no era Danny, a los 13 años, provocaron serios desórdenes en sus ojos, que tuvieron que ser operados dos veces.
Desde los cinco años hasta los 16, Demi Moore recuerda haberse cambiado de casa cada seis meses. Nunca fui a menos de dos colegios cada año y, aunque aprendí a adaptarme con facilidad, nunca pude llevar una relación estable. Para mí todo era desechable . Por eso nunca me apegaba demasiado a las cosas; porque sabía que debía salir de ellas , dice Demi Moore.
A los 16 años, Demi conoció a Freddy Moore, un guitarrista que tocaba en un club de Los Angeles. Se casó con él y su matrimonio duró solo cuatro años.
Sin embargo, durante ese tiempo, comenzó su carrera como actriz interpretando papeles pequeños en películas y novelas como Hospital general y, aunque las drogas y el alcohol no la dejaron progresar, muchos directores ya se habían fijado en ella.
Al filmar St. Elmo s fire, una de sus primeras películas protagónicas, tuvo que someterse a un tratamiento de desintoxicación, que salvó su vida y su carrera.
Desde esa lejana infancia hasta ahora, es mucho lo que ha cambiado en Moore. Un ejemplo de esto es su cuerpo, una máquina que utilizaba antes para obtener papeles en las películas y que ahora emplea como parte de sí misma, ejercitándolo para sentirse mejor.
Pero ese cuerpo, admirado por muchos, es solo una de las cosas que la actriz le disgusta de sí misma. Diría que he mejorado en un 60 por ciento, pero cuando leo un artículo sobre modelos y las veo tan flacas, pienso que no doy la talla .
Otro de sus puntos débiles es la ignorancia. Pero Demi siempre está intentando aprender. Antes tenía miedo de escoger un libro, porque a lo mejor escogía el incorrecto . Ahora sólo pregunta: Qué libro me sugiere para leer? , y lo lee.
Siempre le digo a mis hijas dice Moore que es maravilloso no conocer algo, porque hay una cosa más que puedes aprender .
Pero el miedo de su infancia persiste y aunque parezca segura de sí misma, ella acepta que muchas veces no es así. Detesto estar en situaciones nuevas. Ir a una fiesta o a un lugar desconocido me pone incómoda. Me da miedo no encajar, que no me acepten y por supuesto, que no sea lo suficientemente buena .
Esa inseguridad es la que ha llevado a Demi Moore a buscar relaciones estables. Cuando rompió con su primer marido, estuvo a punto de casarse con Emilio Estévez, pero conoció a Bruce Willis y en cuatro meses estaba casada con él.
Desde el mismo momento en que comenzó la vida de casados, los rumores sobre su separación no han parado. Incluso dicen que Willis abandonará su hogar.
Al respecto, Demi cree que los rumores no cesarán hasta que no sean verdad. Afortunadamente Bruce y yo tenemos un matrimonio sólido y feliz y, aunque no es fácil mantener una relación de casados, estamos tratando de sobrevivir y luchar porque de eso se trata . Tomado de Vanity Fair.
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