El servicio de inteligencia del Bloque de Búsqueda, organismo integrado por Policía y Ejército, evaluó la información y dispuso el desplazamiento de una patrulla encubierta de reconocimiento hacia el sector, pero Rivera abandonó el lugar ocho días antes.
Los miembros del Bloque de Búsqueda aguardaron entonces una nueva comunicación. El 12 de noviembre pasado el delator llamó nuevamente al Centro de Información y suministró nuevos datos.
La fuente afirma que Johny Rivera se encuentra en el municipio de Itagí, en la calle 65 # 52D-168, que tiene cabello postizo rubio; agrega que se moviliza en un R-9 y que diagonal al sitio hay un almacén de petróleo. Información sin procesar , fue el mensaje enviado por el Bloque de Búsqueda al servicio de inteligencia.
La información era evaluada cuando se produjo la tercera llamada. Esta vez los detalles sobre el sistema de seguridad de Rivera eran más exactos.
Para ese entonces, el Bloque de Búsqueda arrendó una casa diagonal a la residencia del objetivo y montó en su interior un puesto de observación, mientras dos agentes encubiertos simulaban ser una familia.
Los vecinos no habían advertido nada anormal. El Palomo era conocido en el sector como Jorge. Hacía dos meses y medio estaba durmiendo prácticamente al lado de uno de los hombres más buscados del país , comentó una vecina.
En los siguientes 15 días, los agentes advirtieron un inusual sistema de seguridad en la casa que incluía desde vigilancias discretas, hasta simulación de conductas sospechosas para establecer si los ocupantes eran vigilados por las autoridades.
La vigilancia se enfocó en una sala-garaje, tres alcobas y dos patios de la casa que Rivera había comprado hacía dos meses. Estaba seguro de que la única comodidad de ese señor era el Renault 9 que quedó dentro del garaje , dijo un vecino.
Entonces, el Bloque de Búsqueda decidió montar una operación con el Cuerpo Elite en el sector para ocupar varias casas cercanas al objetivo. Las unidades omitieron la casa para reforzar la confianza de Rivera y sus hombres en la seguridad del refugio.
A las 12 de la noche del jueves, los agentes encubiertos advirtieron el ingreso al lugar de Rivera y una joven mujer. Se comunicaron con un fiscal desplazado desde Bogotá para que autorizara la ocupación.
El fiscal fue llevado en una tanqueta blindada de la Policía, mientras que las unidades del Bloque de Búsqueda tomaban posiciones en todos los costados.
Al advertir la operación, los guardaespaldas de Rivera reaccionaron y se registró un largo intercambio de disparos. El procurador para la vigilancia de la Policía Nacional, Guillermo Villa Alzate, quien se encontraba en Medellín, calificó la operación de perfecta.
Faltaban diez minutos para las 2 de la madrugada cuando una explosión nos sacó de la cama, luego se aflojó una tormenta de balas que se prolongó casi media hora. Cuando retornó la calma y un policía que entró a mi casa me dijo que habían matado a El Palomo , me eché la bendición .
Voceros del Bloque de Búsqueda dijeron que El Palomo era conocido dentro de la organización como un experto francotirador y por esa razón la acción demandó cerca de 200 hombres.
Hermano, todo estuvo muy solo hasta la 1:30 de la madrugada. Yo casi me desmayo cuando en la esquina por la que se entra al barrio me encontré con un tipo vestido de uniforme oscuro, capucha y un fusil en la mano. Me dijo: Quieto, celador, usted hoy no pita más . En segundos, al barrio no le cabían más encapuchados .
Fue una operación sorpresiva. Quienes estaban encargados de la seguridad de El Palomo trataron de fugarse disparando contra los uniformados, pero fueron muertos. Con datos de la oficina de Medellín