Su tarea será intervenir espacios públicos, privados, abiertos y cerrados con obras de arte contemporáneo. A la propuesta, inicialmente liderada por el Museo de Antioquia, se han unido universidades, ONG y entidades del Estado, como los ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores, la Alcaldía, la Gobernación y el Banco de la República. Cuenta, incluso, la participación del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, de Bogotá y el espacio de arte Lugar a Dudas, de Cali.
Carlos Uribe, director artístico de MDE07 dice que todo costará 3.400 millones de pesos. Es necesario fortalecer el medio artístico de Medellín que, a diferencia de Bogotá y Cali, resultó muy fracturado en los años 80 por la influencia del narcotráfico. Se cerraron galerías, cesó la tradición de mostrar la ciudad por medio de sus artistas y se perdió una generación de creadores, dice Uribe.
Aunque no se atreven a decirlo a voz en cuello, MDE07 es la oportunidad de revivir las bienales de arte que agitaron el ambiente plástico en 1968, 1970, 1972, más otras dos muestras en 1981 y en 1997.
El Encuentro tiene un programa de residencia de artistas para que quienes vengan del exterior y propongan un proyecto de acuerdo con la ciudad. Hasta hoy han confirmado, entre otros, Carlos Garaicoa, de Cuba; el brasileño Cildo Meireles (ambos intervienen espacios arquitectónicos); Dennis McNulty, de Irlanda (trabaja video y sonido en casas); Detanico e Lain, brasileño que vive en París; Héctor Zamora, de México, Instant Coffee Collective, de Canadá; el japonés Tazro Niscino (hace grandes intervenciones en ciudades) y el Argentino Tomás Sarraceno