¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

La guerra de los sexos: un concepto pasado de moda

Los hombres y las mujeres somos diferentes, y una evidencia científica reciente lo comprueba de manera contundente y nos permite reafirmar lo que siempre habíamos sospechado.

ANNIE DE ACEVEDO
La amígdala en el cerebro, encargada del manejo de la rabia y el miedo, es
más pequeña en las mujeres, lo cual las hace menos propensas a pelear
físicamente. La corteza prefrontal de ellas es más grande y madura más
temprano, lo que explica por qué la mujer es más paciente que el hombre.
El centro del estrés y de los estados anímicos, al igual que el de la toma
de decisiones, es más grande en las mujeres. Esto hace que se preocupen más
y se demoren más que los hombres tomando decisiones.
El hemisferio izquierdo, que se encarga del desarrollo verbal, es más
pronunciado en los cerebros femeninos. De ahí que las niñas hablen más
temprano y que las mujeres hablen más en general.
También se descubrió que los ojos de los niños bebés son más sensibles al
movimiento, y el de las niñas, al color y a la textura. Se cree que de ahí
viene la preferencia de los niños, y luego de los hombres, por objetos que
se mueven, como son carros, aviones, etc.
El hemisferio derecho, por otro lado, parece tener más conexiones en los
hombres, lo cual los hace más propensos a la fuerza y a la destreza motora,
así como a manejar más fácilmente conceptos no verbales (numéricos y
espaciales).
El cerebro de los hombres maneja mejor los conceptos secuenciales y el de
las mujeres, los simultáneos.
El caso es que somos diferentes y debemos aprender a celebrar estas
diferencias. La respuesta parece radicar en aprender a colaborar y a
cooperar con el sexo opuesto.
Debemos complementar lo que le haga falta al otro. Así se forma un buen
equipo, donde se haga uso y se reconozcan las fortalezas de ambos sexos. La
diferencia es la que permite que se pueda criar de manera más eficiente a
los hijos. Para lograr esto se necesita un frente unido y dejar atrás la
época donde tener la razón era lo correcto.
Hay que colaborar con la pareja mostrándole nuestro punto de vista,
precisamente para enriquecerse del otro.
Señores, usen la paciencia de sus mujeres para calmar su premura. No la
dejen preocuparse excesivamente y muéstrenle que analizando las cosas de
forma lógica se llega mejor y más lejos.
Señoras, ustedes tienen la capacidad de ponerse en la situación del otro,
háganlo pero déjense llevar por la parte práctica de su pareja y no traten
de tener razón a toda costa. Eso no conduce a mejores logros.
No somos mejores, ni peores, solo diferentes. ¡Viva la diferencia!
annieacevedo@hotmail.com
ANNIE DE ACEVEDO
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO