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Lo que sigue ahora en el TLC con E.U.

A comienzos de octubre pasado, el recién posesionado presidente de Perú, Alan García, viajó a Washington para mover en el congreso la aprobación del TLC con Estados Unidos, firmado en abril, durante la administración de su antecesor Carlos Toledo. Lo acompañó el economista Hernando de Soto, quien es está instalado en Estados Unidos como vocero del Gobierno inca para empujar el tema. (VER GRAFICO)

Redacción El Tiempo
García, hizo un trabajo similar al que hizo el presidente Uribe hace solo
dos semanas, cuando todavía los demócratas estaban saboreando el triunfo
sobre los republicanos: se reunieron con varios senadores y representantes
de los dos partidos, con la idea de extender las preferencias del Atpdea y
de buscar acelerar el trámite del TLC.
De acuerdo con informaciones del momento de la visita de los peruanos, se
comenta que García dijo a los demócratas que su gobierno estaba listo para
atender el pedido de ajustar el TLC atendiendo los requerimientos de la OIT,
asunto al que los republicanos siempre se han opuesto.
Las declaraciones de García habilitaron comentarios de los demócratas en ese
sentido. Por ejemplo, el representante por Nueva York, Charles Rangel, quien
manejará desde enero la comisión del tema en el Congreso, dijo que
“realmente queremos apoyar el acuerdo, pero omitieron deliberadamente
estándares laborales internacionales”.
Sin embargo, a los republicanos no les gustó el apoyo peruano a las
peticiones demócratas y todo parece indicar que como ‘represalia’ decidieron
bajarle el entusiasmo al trámite legislativo del TLC y dejar que hiciera su
tránsito como un proyecto más.
Hoy, el TLC con Perú firmado en abril, está en la misma situación del
colombiano, pese a que lleva su buen tiempo en el Congreso.
Luego de las elecciones parlamentarias en las que ganaron los demócratas,
las cosas cambiaron: cualquier opción de aprobación del TLC se quedó para el
año entrante y es casi seguro que se hagan ajustes en temas como el laboral
y el medio ambiente.
En esos términos, la prioridad de corto plazo de los países andinos se
enfoca ahora a lograr una extensión de las preferencias arancelarias de
Atpdea para poder seguir exportando a Estados Unidos, mientras se aprueba el
TLC.
Las cosas no parecen fáciles, no porque las preferencias no sean extendidas,
ahora o en febrero, sino porque mientras los republicanos quieren
prorrogarlas por seis meses, los demócratas quieren dos años más. Cualquiera
de las dos opciones no son las mejores.
Una extensión de seis meses es demasiado poco, pues se supone que antes de
julio del año entrante no se será aprobado en el Congreso el TLC y antes de
octubre no tendrá en Colombia el visto bueno de la Corte Constitucional.
Dos años más de Atpdea -como lo quieren los demócratas- tampoco es una buena
idea y puede resultar peligroso, porque se considera que conduciría a un
‘enfriamiento’ del tema y dejar su debate para después, estrategia que se
ajustaría a la idea de los demócratas.
En dos años, estaría terminando el gobierno republicano de Bush y el asunto
del libre comercio no es nada atractivo en una campaña electoral. Podría ser
el entierro para el TLC.
“No nos oponemos radicalmente a la idea demócrata de dos años, pero nos
parece demasiado tiempo. Seis meses como lo plantean los republicanos es
demasiado poco. A nosotros nos gustaría un año, que coincidiera con la
entrada en vigencia del TLC”, sostiene el presidente de Analdex, Javier
Díaz.
Esa posición es la misma del gobierno colombiano. Hernando José Gómez,
cabeza del equipo técnico en las negociaciones, considera que una
prolongación corta puede traer problemas y una tan larga puede congelar el
TLC.
Por ahora, lo único cierto que tiene Colombia es la firma mañana del TLC en
las oficinas del BID en Washington.
PERUANOS CREEN QUE NEGOCIAR AL LADO DE COLOMBIA NO LOS FAVORECE
Muchos se preguntan: si Colombia y Perú tienen los mismos intereses, tanto
en la extensión de Atpdea como el TLC, ¿por qué no hacen lobby en forma
conjunta ante el Congreso de Estados Unidos?.
La realidad es que los peruanos no quieren hacerlo porque consideran que
juntarse con Colombia les puede resultar desventajoso.
“Perú tiene un juicio muy severo de las condiciones de Colombia y considera
que tiene unas condiciones políticas distintas a las de nuestro país”, opina
un alto funcionario colombiano, que no autorizo ser nombrado.
¿Es cierta la idea de los peruanos? Esa idea la tienen en el vecino país
porque terminaron primero la negociación y creyeron que su TLC sería
aprobado en el Congreso de E.U. antes que Colombia, lo cual no fue así.
Ahora irán juntos.
Incluso la extensión del Atpdea no solo incluiría a los dos países sino
también a Ecuador y Bolivia.
Redacción El Tiempo
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