La evidencia es generosa a nivel mundial. La economía estadounidense crecerá en 1994 3.7 por ciento y 2.5 por ciento en 1995, como consecuencia de los sucesivos aumentos en las tasas de interés, que permitirán tener bajo control el brote inflacionario, la principal amenaza que se cernía sobre esa economía.
Debido a este resultado, el FMI no descarta que la Reseva Federal deba continuar con esta política, entre otras cosas para evitar que la cotización internacional del dólar continúe debilitada.
Con respecto a Europa, la recuperación parece ser especialmente fuerte en Alemania, ya que de un pronóstico de crecimiento del 0.8 por ciento para el presenta año, la última previsión habla del dos por ciento de aumento del PIB.
Es ese mismo continente, Francia vaticina una expansión de la producción cercana también al dos por ciento, cuando hace apenas cinco meses el FMI calculaba un crecimiento equivalente a la mitad.
Y por el lado del Japón, las autoridades y el sector privado auguran una tasa de crecimiento positiva en este y el próximo año.
El panorama del crecimiento es aún mejor en las naciones en desarrollo. El Fondo espera que esas economías crezcan en promedio al seis por ciento en 1994 y 1995, auge impulsado por Asia y particularmente por China.
En las previsiones se destaca que incluso Africa va a retomar la senda del crecimiento y que América Latina continuará su buen desempeño en los próximos años.