La información causó revuelo y poco después el alcalde Castro convocó a una rueda de prensa en la que anunciaba que la Administración tenía la intención de convertir esa zona en un parque y que para ello entraría en negociaciones con los propietarios.
Pero esa afirmación tiene dos tropiezos. Declarar el terreno de utilidad pública no se podía porque acababa de crearse el Ministerio del Medio Ambiente y por tanto debía esperarse la reglamentación correspondiente.
Dicha reglamentación ya se produjo pero hay un período de gracia de 18 meses para que las entidades que tienen que ver con el tema (en el caso de Bogotá la CAR y el Dama) compartan funciones.
En el Dama indicaron que ese período será de seis meses, fecha en la cual ellos podrían pronunciarse sobre el tema.
La otra parte es la negociación con los propietarios del terreno, que son dos sociedades de las Sierras y el Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín).
Según René Verswyvel, uno de los propietarios, hasta la fecha no ha pasado nada. Nosotros enviamos una comunicación en que decíamos que nos compraran o nos dejaran construir porque todavía está vigente el Acuerdo 6 .
Lo que no tienen los propietarios es la licencia de urbanismo porque Planeación Distrital la revocó.
Dice Verswyvel que se realizaron reuniones con la Administración para la venta pero que no se ha llegado a ningún acuerdo debido, básicamente, a la diferencia de precios.
El propietario sostiene que se les debe pagar con base en los tres avalúos efectuados el año pasado y que daban un monto de 25.000 millones de pesos.
Por su parte, el director de Planeación, Andrés Escobar, afirmó que el anterior gobierno no se recibió una oferta concreta y eso conllevó a que se dilatara el proceso de negociación.
Además, la Administración está esperando que se declare de utilidad pública el terreno para poder entrar a negociar pero como ya se dijo, en el Dama y la CAR están en la etapa de transición.
Así las cosas, habrá que esperar mucho más