Los tres secuestradores que vigilaban a la víctima intentaron reaccionar pero fueron sometidos rápidamente por los responsables de la operación. Allí fueron decomisados un revólver y una pistola.
Melo, quien había sido secuestrada cuando transitaba por la calle 26 con carrera 16, fue encontrada por las autoridades en una habilitación del segundo piso de la vivienda.
Las autoridades dijeron que los secuestradores exigían a sus familiares una millonaria suma de dinero que debía ser entregada en los próximos días o de lo contrario sería asesinada.
Durante los últimos cinco meses los secuestradores establecieron una decena de contactos a través de mensajes escritos y comunicaciones telefónicas para negociar la liberación, hecho que se había finiquitado en los últimos días.
Las autoridades dijeron que la ubicación se logró gracias a una información que precisó el lugar exacto en donde era mantenida la joven Melo y las direcciones de los demás integrantes de la organización.
Así, tras lograr el rescate de la mujer, el Unase desplegó numerosas operaciones en sectores de los barrios Kennedy, San José, La Ponderosa y Santa Matilde en donde fueron retenidos otros cinco sindicados del secuestro de Melo.
Los investigadores revelaron que la retención de los sindicados estuvo a punto de fracasar pues algunos de éstos no habían regresado a sus viviendas y fue necesario prolongar las vigilancias en esos sitios hasta las 6:30 de la mañana.
Los retenidos fueron identificados como Juan Carlos García Morales, 28 años; Héctor Alarcón Sáyago, 26; Bienvenido Jesús Polo Martínez, 28, Luis Adriano Rodríguez Márquez, 31; Silvio Martínez, 41; Roniber Cañas Mejía, 22; Miguel Angel Córdoba Cañas, 34; y Laura Santamaría.
Durante la operación, las autoridades inmovilizaron un taxi Renault 9 que, aparentemente, fue empleado en el secuestro de la joven.