Nadie entendió mejor que Lleras Restrepo la importancia de que el país se industrializara, combinando una política de sustitución de importaciones con otra de estímulo a las exportaciones. La creación del Instituto de Fomento Industrial, como gran promotor de nuevas empresas; el establecimiento de una tasa de cambio real estable, por el procedimiento de la devaluación gota a gota , la fundación de Proexpo y el establecimiento del Cert, son producto de su obsesión por diversificar la base exportadora, sin la cual no habría autonomía en el manejo de la economía.
Esa búsqueda de la estabilidad llevó a Lleras Restrepo a entender la necesidad de una reforma agraria, que en su momento hubiera reducido la velocidad del proceso de urbanización del país, cuyas consecuencias políticas y sociales están a la vista en forma de crimen y pobreza. De allí también su profundo interés en proveer a las ciudades de una infraestructura aceptable y de viviendas dignas para los más pobres, vía entidades como los antiguos Insfopal e ICT.
Lleras Restrepo se adelantó muchos años a las modernas teorías del desarrollo que conciben a éste más y más como un proceso de acumulación de conocimientos. Su interés en la educación superior y en la investigación quedó plasmado en instituciones como Colciencias y el Icfes.
El papel estratégico de la infraestructura vial, energética y de comunicaciones llevó a Lleras Restrepo a diseñar mecanismos de planeación a largo plazo de estos sectores, para lo cual buscó independizar el presupuesto nacional de los caprichos de la iniciativa parlamentaria, y hacerlo depender más bien de entidades como el Departamento Nacional de Planeación y Fonade, en el contexto de un programa de endeudamiento público.
Las ideas centrales del pensamiento económico de Carlos Lleras siguen vigentes en el manejo del país, si bien adaptadas a un contexto internacional distinto, cada vez más globalizado, y a una abundancia interna de divisas, derivada en parte de actividades ilegales. Es por ello que uno mi voz a las de tantos otros, para decir: Adiós, Maestro.