Kampusch desapareció camino a la escuela el 2 de marzo de 1998 y fue objeto de una intensa búsqueda, que llegó hasta la vecina Hungría.
Entre los pocos detalles que se conocen del caso, ayer se supo que la muchacha logró escapar por un descuido de su captor. Pero la historia no terminó ahí.
El presunto secuestrador identificado por medios locales como Wolfgang Priklopil, un electricista de 44 años se suicidó tirándose debajo de un tren en marcha, luego de que la policía encontró a la muchacha.
Sigue siendo un misterio el tipo de vida que llevó Kampush desde 1998, cuando desapareció, a los 10 años.
Sin embargo, se conoció que la joven pasó todo este tiempo encerrada en el sótano de una vivienda del poblado rural de Strasshof (cerca de Viena).
La muchacha aseguró que aprovechó para darse a la fuga cuando su raptor se alejó un momento, pues no lograba oír a su interlocutor en una conversación telefónica, debido al ruido que hacía ella al limpiar su auto con una aspiradora.
El ministro del Interior, Liese Prokop, se mostró incrédulo al enterarse de que estaba con vida. Buscábamos un cadáver. Nadie se hubiera imaginado esto, afirmó.
La mujer no muestra lesiones, pero se investiga si fue golpeada o ultrajada.