Tienes razón, querida Dora Castellanos, cuando en carta que muy de veras hemos agradecido aludes a la injusticia con que siempre se olvida el valioso aporte de la mujer a la cultura colombiana. Transcribo lo pertinente de tu aludida carta: Lástima grande que quizá por vez primera, cuando piensas en el significativo aporte de la mujer a la literatura, sea precisamente en ese momento cuando te acomete una envejecida memoria y se te olvidan nombres como el de Soledad Acosta de Samper, Laura Victoria, Carmelina Soto, Meira del Mar, Fanny Osorio, Silvia Lorenzo, Maruja Vieira, Mariela del Nilo, Elisa Mújica, Judith Porto, Cecilia Hernández de Mendoza, Rocío Vélez, Emilia Ayarza, Dolly Mejía, Matilde Espinosa, Elvira Bodmer, Gloria Cepeda, Cecilia Balcázar, Agueda Pizarro, Pilar de Angel y muchos más. Todas ellas, y son muchas como las que a mí se me olvidan ahora, representan algo así como un poderoso tributario al caudaloso río de la literatura colombiana y universal, sin incluir las nuevas generaciones . Desde luego tú, Dora Castellanos de tan altísima valía en la vasta dimensión de nuestra poesía, como otras, entre las cuales recordamos ahora a María Mercedes Carranza, quien desde su Casa de Poesía Silva preside una cátedra de espiritualidad creadora.
Y a propósito del aporte de la mujer a la cultura colombiana, acaba de publicarse en Cartagena un nuevo libro de cuentos de la excelente escritora Judith Porto de González. No es este el primer libro de cuentos suyo, pues ella había publicado otro, y también incursionado, con igual fortuna en el teatro y en la historia de su hermosa y amada ciudad natal. Esta nueva obra de Judith Porto reúne, conel título de Periquitos de esperanza, un grupo de cuentos no solo valederos por su argumento, sino por la esbelta prosa en que están escritos. Pero veamos lo que un crítico de tanta valía como fue Germán Vargas, escribió a propósito de otros cuentos de Judith: Unos cuentos escritos en un lenguaje claro y sencillo, desprovisto de excesos retóricos. Son cuentos que se leen con interés siempre creciente, por su corte clásico y fantástico. Los cuentos de Judith Porto de González narran muchas veces hechos reales, sucedidos; en otros deja correr la imaginación que enriquece sus narraciones. En ellos la autora costeña cuenta historias, crea personajes, diseña situaciones y ambientes en forma adecuada, correcta .
Sinembargo el nuevo libro, confirma los valores intelectuales de esta intelectual que no solo en su obra escrita, sino en su actividad privada son muchas las realizaciones que ha cumplido en el ámbito cultural de Cartagena, tan rica por cierto en vívidas leyendas.