Ayer, Perot se declaró candidato a las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre y planteó así un desafío independiente al presidente, George Bush, y al candidato demócrata, Bill Clinton. Los voluntarios en todos los cincuenta estados me pidieron que aspirara como candidato a presidente de Estados Unidos , dijo Perot en una rueda de prensa.
Jim Stockdale, nuestro candidato a la vicepresidencia, y yo estamos honrados en aceptar esta solicitud , agregó.
Perot se disculpó ante sus partidarios por retirarse de la carrera presidencial en julio y dijo que había sido un error .
A su lado, además de su esposa Margot y algunos de sus cinco hijos, se encontraba Stockdale, un almirante retirado de la Armada condecorado con la Medalla de Honor por su heroica conducta y liderazgo de los prisioneros de guerra estadounidenses durante la guerra de Vietnam.
Al volver a la campaña presidencial, Perot dijo que lo estaba haciendo porque ningún partido político ha atendido efectivamente los temas que preocupan al pueblo estadounidense . Según encuestas de intención de votos, Clinton aventaja a Bush por un amplio aunque cada vez menor margen, pero muchas de las consultas también mostraron que Perot probablemente quitará más votos a los demócratas que a los republicanos.
Mientras Perot aún realizaba su anuncio, la cadena de televisión CNN divulgó una nueva encuesta que sugirió que se encontraba en una posición mucho más lejana en las preferencias de votos que cuando abandonó su esfuerzo inicial.
La encuesta de CNN, el diario USA Today y la empresa Gallup, sobre más de 1.000 votantes registrados, mostró a Clinton con 52 por ciento de apoyo, a Bush con 35 puntos porcentuales y a Perot con sólo siete por ciento, cuando antes había recibido el apoyo del 36 por ciento de los electores.
Luego del anuncio, el presidente de Estados Unidos, George Bush, firmó un decreto que otorga cuantiosos fondos a Texas.
La decisión de Perot de presentarse como candidato independiente a las elecciones se transformó, de inmediato, en un riesgo político para Bush en el estado de Texas, donde los republicanos tienen una de sus plazas políticas más fuete.