Alan García es procesado en ausencia por presunta posesión de cuentas bancarias secretas injustificadas, por posible intervención en un depósito doloso de divisas peruanas en el Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI) y por una reventa encubierta de aviones Mirage en la que medió también el BCCI.
Los testigos citados por el vocal Carlos Hermoza son el ex senador Miguel Vega, que presidió una comisión del Senado que investigó la posible reventa de los Mirage, y el general César Enrico, ex jefe de la Fuerza Aérea.
La comisión Vega viajó a Francia en busca de información sobre el destino final de los aviones que compró Perú, pero la compañía fabricante, la Marcel Dassault, se negó a colaborar y dijo que lo haría sólo si la justicia francesa se lo pedía.
Enrico, a su vez, declaró a la comisión Vega que Alan García le presentó en el palacio presidencial al comerciante de armas árabe Abderramán El Asir y le ordenó que le proporcionara toda la información que tenía la Fuerza Aérea sobre los Mirage.
La fiscal de la Nación, Nélida Colán, pidió a la Corte Suprema que solicite a la Fiscalía de Nueva York que proporcione a la justicia peruana toda la información que obra en su poder acerca de las actividades ilícitas del BCCI en Perú.
En 1991, el fiscal neoyorquino Roberto Morgenthau informó que el BCCI sobornó con cerca de cuatro millones de dólares a dos directivos del Banco Central peruano para obtener depósitos por unos 300 millones de dólares de las divisas peruanas durante la administración de García.
La denuncia de Morgenthau fue acogida por el Congreso, que pidió a la Corte Suprema que abriera un proceso e investigara, pero ésta se negó por falta de pruebas en un fallo que generó un escándalo debido a que los jueces que vieron el caso fueron nombrados por el régimen de García y tenían antiguos vínculos partidarios y personales con el ex presidente.