Desde su estreno en las pantallas británicas en mayo último, esta comedia romántica en la que Grant desempeña el papel principal, hizo ganar a su productora 22,7 millones de libras esterlinas (34 millones de dólares), lo que en términos comerciales representa el tercer éxito cinematográfico de la historia.
En julio se estrenó Sirenas, en donde Hugh Grant encarna a un joven clérigo presa de angustia metafísica. En el reparto figura la maniquí-vedette australiana Elle McPherson.
Desde que este filme también lleva camino de ser otro éxito, el mechón romántico y los ojos celestes del actor típicamente british están en primera plana de todos los semanarios y los reporteros de la prensa popular lo acechan y persiguen en busca de una exclusiva.
Frente a su apartamento del oeste de Londres, los paparazzi acampan esperando poder fotografiarlo solo o con su novia.
Hugh Grant no parece molesto de tanta atención: confiesa que adora el estatuto de estrella, pero sabe burlarse de sí mismo si la ocasión se presenta.
Un periodista de Times calificó hace poco su modestia de jactanciosa y criticó su egoísmo al revés . Pero se vio obligado a reconocer que el actor es divertido, sexy y espiritual .
Procedente de una familia de clase media alta, se apasionó por la interpretación en el liceo y su pasión le siguió durante los estudios universitarios en Oxford. Terminada la carrera de profesor de inglés, decidió dedicarse al teatro.
Luego de varios años por salas de provincias y de rodar algunos filmes de escasa difusión, en 1987 conoció a James Ivory, con lo que empezó realmente su trayectoria cinematográfica.
Hoy se lo cotiza tan alto en Hollywood que un estudio le acaba de ofrecer un contrato inédito: él puede encargar los guiones a los escritores que quiera y supervisar los diálogos que le incumben. A cambio, el estudio tiene la prioridad para el rodaje.
Hugh Grant está satisfecho, puesto que su objetivo es alentar a los autores británicos, como Richard Curtis, autor de ese Cuatro matrimonios y un funeral que le ha propulsado a la fama.