Entonces, su comunidad ordenó que lo recluyeran en un centro penitenciario, pero como era menor fue llevado al Instituto Toribio Maya, encargado en Popayán de resocializar a jóvenes que han infringido la Ley.
Allí ha permanecido durante un año y seis meses, pese a que el tiempo de rehabilitación para cualquier muchacho no debe superar el año.
En el Toribio Maya aprendió panadería y fue tan eficiente que ahora es el administrador de esa microempresa del Instituto.
Según el padre Arturo Garzón, encargado del Toribio Maya, es un muchacho dócil, sencillo y trabajador. No tenemos quejas de él.
Polémica jurídica Sin embargo, cuando cumpla los 18 años deberá ser entregado al Gobernador del Resguardo, quien lo llevará a San Isidro, cárcel de máxima seguridad ubicada en las afueras de la capital caucana.
Para Pegui Muñoz, personera delegada en lo penal del Municipio de Popayán, la situación que enfrentan los presos indígenas en ese lugar es compleja.
Sufren el abandono de sus hermanos de etnia y a veces no cuentan siquiera con los implementos de aseo personal, advierte.
En una misiva le pide al Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) que analice el caso del menor y el de otros cinco indígenas recluidos en San Isidro con penas de 60 años. Estas peticiones tienen 10 años sin resultados positivos, dice la funcionaria.
El Cric respondió que el 19 de agosto los gobernadores de los cabildos del Cauca debatirán la suerte de esos reclusos, quienes ya han pedido incluso que los destierren de sus resguardos (la pena máxima y más deshonrosa entre los nativos) para acogerse a la justicia ordinaria.
Por ser menor, el joven no puede dar declaraciones, pero en su nombre la Personería pide que haya clemencia.
LOS GUARDADOS.
1. Cuando un indígena es procesado por la justicia de su comunidad se somete a penas que pueden incluir rejo, cepo, trabajos comunitarios o destierro. En el resguardo de los Guachicono se recurre a enviar a los sentenciados a la prisión.
2. Los indígenas no hablan de reclusos, sino de guardados. Los Guachicono no entregan detalles sobre los hechos en que el menor indígena habría dado muerte a otro nativo. Ninguna otra autoridad ha clarificado lo que ocurrió hace dos años.
3. La Personería dice que los indígenas que han ido a parar a la cárcel de San Isidro sufren de un abandono casi absoluto. Eso se debe a las distancias geográficas de sus comunidades, pero también es parte de la pena.