Anne Louise Bardach, experta en la materia y autora del bestseller Cuba Confidencial, es uno de ellos.
Bardach cree que la manera como el régimen cubano ha manejado el episodio de la cirugía de Castro es muy sospechosa.
En particular dice la experta el anuncio de la cirugía que es posterior a la misma y no anterior, como debería ser. Según ella, eso habla de la urgencia como se realizó y de que quizá, las cosas no salieron como se esperaba.
Bardach sostiene que el caso le recuerda mucho al del dictador español Francisco Franco, cuya muerte solo fue anunciada días después de sucedida.
Cuando Castro muera, nos enteraremos muchos días después, una vez el proceso de sucesión esté en orden (como parece indicar la transferencia de poder a Raúl). Esto lo llevan planeando desde hace muchos años, afirma la experta.
Castro sabe, continúa la analista, que si no hay un margen suficiente de tiempo para que su sucesor retome las riendas, el régimen podría sucumbir en un abrir y cerrar de ojos.
Estados Unidos, por ejemplo, también lleva años preparándose para este momento. De hecho, el 10 julio pasado la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, le entregó al presidente George W. Bush un detallado plan de acción para el momento en que Fidel Castro desaparezca.
Entre otras cosas, el plan prevé una millonaria infusión de dinero para respaldar a un gobierno de transición en Cuba que quiera poner fin a más de 45 años de dictadura.
Por el momento, no obstante, Washington se mantiene en alerta pero sin ensillar la bestia antes de tiempo.
La Casa Blanca monitorea la situación. No podemos especular sobre la salud de Cas-tro. Continuamos trabajando para el día de la liberación cubana, fue el breve pronunciamiento que hizo Peter Watkins, portavoz del Gobierno.
Por su parte, la Guardia Costera, que lleva años considerando un posible éxodo tras la muerte del líder cubano, dijo no tener indicios de que deben implementar un plan para enfrentar un migración masiva.