Numerosas fisuras, algunas de las cuales tienen una longitud de varios metros, son visibles desde el exterior de esta fortaleza construida en 1377, cuyos cimientos y los dos primeros niveles están hundidos en la roca.
El proyecto previó un sondeo con perforadoras de rayos láser para determinar la profundidad de las fallas, antes de rellenarlas.
Un temblor de tierra sería fatal para el edificio , advirtió Cornel Talos, que se acuerda de los terribles daños provocados en el país por el sismo de 1977.
Un rudo invierno agravaría igualmente la situación, debido a las heladas y posterior deshielo que podría agrandar las fisuras.
Los tres mil turistas, muchos de ellos extranjeros, que visitan diariamente al castillo de Drácula no corren ningún riesgo, según Cornel Talos, ya que la fortaleza tiene por el momento la suficiente solidez para mantenerse firme.
Para financiar los trabajos, el arquitecto intentó los medios más diversos. En este sentido, Talos organizó un espectáculo llamado Drácula , que fue muy apreciado por los visitantes.
Pero, después de tres representaciones, la prensa y ciertos responsables del ministerio de Cultura le acusaron de empañar la imagen de la historia rumana y se vio obligado a abandonar el espectáculo.
Drácula (el hijo del diablo), el personaje histórico que dio origen al mito del vampiro, fue un príncipe rumano que defendió la independencia de su país y la fe cristiana en el siglo XV. Su legendaria crueldad y su manía de recurrir al suplicio del empalamiento, le valieron el sobrenombre de Vlad Tepes Drácula (Vlad el empalador, hijo del diablo).
Pero en Rumania, Vlad Tepes está considerado un héroe nacional y toda asociación con el vampiro Drácula, personaje del escritor irlandés Bram Stoker, está juzgada como un sacrilegio.
Por la misma razón, otra idea que podría haber reportado miles de dólares para pagar la restauración del castillo no se pudo realizar, explicó Cornel Talos. El proyecto consistía en vender en Estados Unidos trozos de la roca en un pequeño ataúd acompañados de un certificado de autenticidad .
Para salvar el castillo, una segunda revolución debería producirse en la mentalidad de los rumanos , constató el arquitecto, que ha invitado a partidarios y detractores del mito de Drácula el vampiro a confrontar puntos de vista a finales de agosto en la fortaleza.
La amenaza de derrumbamiento no es la única que pesa sobre la fortaleza. El riesgo de incendio y un tipo de hongo que ataca al bosque que rodea el edificio son otros peligros para el castillo.
La instalación de un sistema anti incendio y de climatización, para impedir el desarrollo del prolífico hongo Merilius Lacrimans, costarían también varios cientos de miles de dólares.