Posteriormente animada por un concurso de la entonces Colcultura, hizo un trabajo sobre Alberto Urdaneta con el que ganó el tercer puesto y el cual la impulsó a dedicarse a estudiar la historia de Colombia.
Hace 30 años cuando mis hijos entraron al colegio, me encontré sin oficio.
Como no coso, ni cocino, ni hago deporte, ni juego bridge, porque soy nula para esas actividades, lo único que hacía era leer, dijo en un reportaje en Lecturas Dominicales publicado en 1993 a propósito de un reconocimiento a su labor.
Con el paso del tiempo Pilar Moreno se convirtió en una de las colombianas que quizás más conoció de la vida de próceres como José María Córdova y Francisco de Paula Santander.
En sus escritos,algunos de los cuales generaron polémica, logró descubrir la faceta menos frívola del héroe nacido en Concepción (Antioquia) y reivindicó la carrera militar del general Santander de la cual habían hecho muchos reparos sus detractores.
Sin embargo de los personajes de la historia contemporánea le apasionaba la vida de Alfonso López Pumarejo.
Entre sus obras más recordadas se encuentran El Daguerrotipo en Colombia y Antonio de Latorre y Miranda, Viajero y Poblador.
Ella misma reconocía que podía tardar entre 3 y 7 años en hacer un libro sobre historia pero que ese lujo se lo podía dar porque precisamente su oficio consistía en investigar y no en hacer un refrito de lo que ya se ha escrito.
Por eso no era raro que en algunos de sus viajes a Londres se encerrara días enteros en las bibliotecas de esa ciudad para escudriñar en documentos polvorientos, nuevos y reveladores datos para alguna de sus obras, como por ejemplo que Pedro era el nombre del hombre encargado de tenerle el caballo a Bolívar.
Nació en Medellín pero desde muy pequeña vivió en Bogotá y se convirtió en la primera mujer que entró a la Academia Colombiana de la Historia, se desempeñó como correspondiente de la Academia de Historia de España, fue directora de la Biblioteca y del Archivo Nacional.
Estuvo casada con Silvestre Muñoz Delgado, quien ya falleció y con el abogado Jaime Ángel Villegas, quien fue su corrector gramatical. Silvia Carolina Muñoz y Camilo, son sus hijos. Su carrera fue objeto de múltiples reconocimientos y en 1993 recibió junto a otras 11 destacadas mujeres la Condecoración Simón Bolívar, la máxima distinción que otorga el Ministerio de Educación Nacional por sus aportes a favor de la cultura y la educación del país.
En su paso por la Biblioteca Nacional se encargó de reorganizarla pues la encontró desolada y arrumada en un segundo piso de Inravisión.
SUS ENSEÑANZAS ''Sí hay interés por la historia pues la única manera de explicarse el presente es estudiando el pasado Pilar Moreno de Ángel