Dijeron que estos hechos ocurrieron después de encontrar las canecas con el dinero en el sitio Las Morras, en las selvas del Caquetá.
Al responder a las preguntas de la fiscal y de los abogados defensores, uno de los sindicados de quien se omite la identidad por solicitud del juez ratificó que la repartición de los fajos de billetes la hizo el teniente Jorge Sanabria y que a él le correspondieron 70 mil dólares, los cuales devolvió después a oficiales de contrainteligencia.
Otro de ellos, sin embargo, aseguró que una vez llegaron a Popayán y se conoció el hecho, él y un grupo de militares recibieron un trato denigrante por parte de los mandos de la Brigada Móvil 6, a la que pertenecía su unidad.
Nos dejaron a la intemperie más de 36 horas y nos restringieron las comunicaciones. El 19 de mayo del 2003, cuando me dictaron la medida de aseguramiento, llegó al batallón un hombre de civil que se identificó como coronel de la Dinte (Dirección de Inteligencia del Ejército), me hizo subir en un carro con vidrios oscuros y dijo que tenía que entregarle todo el dinero que me había cogido, pero me alcancé a bajar, dijo.
Por su parte, el suboficial al que le tocaron 70 mil dólares,sostuvo que los hicieron pasar por el polígrafo (detector de mentiras) sin testigos y él se negó a firmar el resultado de la prueba.
Dijo que también le entregó el dinero a contrainteligencia militar. El paquete que me dieron fue de 70 mil dólares, pero cuando volvimos a contar los billetes después de que los entregué a los de contrainteligencia, solo habían 69.800 dólares, aseguró.
Para hoy se tiene previsto que testifiquen en el juicio un mayor y un coronel.