Sin embargo, agrega que el año pasado hubo 1.514 asesinatos, presumiblemente por motivaciones políticas , cifra que en 1989 fue de 1.515.
El informe indica que las principales causas de la violencia y de las violaciones de los derechos fundamentales en Colombia están centralizadas en el poderío de los narcotraficantes y de los movimientos guerrilleros, así como en las extralimitaciones de los grupos paramilitares derechistas.
El Departamento de Estado explica que algunas veces estos grupos paramilitares operan con el apoyo y complicidad regional o local de funcionarios de la Policía y de las Fuerzas Militares .
Existen significativos abusos por parte de miembros de la policía y de militares, usualmente en el contexto de los esfuerzos por reprimir a los narcotraficantes o alejar la violencia política , afirma el informe.
Según el documento, miembros y unidades del Ejército y de la Policía colombiana participaron en 1990 en un variado número de violaciones de derechos humanos , incluyendo extrajudiciales ejecuciones, torturas y masacres .
Pero Estados Unidos responsabiliza a los traficantes de drogas como la principal fuente de violencia con una campaña de asesinatos de policías y una frecuente propaganda de falsos informes sobre abusos oficiales de los derechos humanos para socavar el apoyo doméstico e internacional al Gobierno.
A menudo las guerrillas torturan a sus cautivos y frecuentemente asesinan a funcionarios gubernamentales locales y civiles, aparte de continuar con sus esfuerzos por derrocar al Gobierno , dice el informe.
Con respecto a los narcotraficantes colombianos, el Departamento de Estado afirma que estos grupos ilegales siguen manteniendo un enorme control ilícito de diversas empresas, usando la violencia y el terrorismo para atentar contra el sistema político y judicial en beneficio de sus propósitos .