Los fósiles, que fueron excavados hace tres años en la meseta de Songliao, corresponden a un ejemplar de un metro de largo con un cráneo distinto al de otras especies conocidas, afirmó Jin Liyong, encargado del Museo de la Universidad de Jilin.
Destacó que cada cuenca ocular del animal ocupaba un tercio de los 115 milímetros de ancho de su cráneo, lo que supone un proceso cigomático único, o protrusión, de sus pómulos.
Al igual que otros ornitópodos, tenía cinco dientes en la parte frontal superior de la mandíbula y andaba con sus dos patas traseras, mientras que utilizaba las dos delanteras, más cortas y a modo de brazos, para arrancar hojas de los árboles.
Según Jin, el hallazgo es muy significativo para estudiar la formación de vertebrados y el entorno ecológico en el Cretácico, periodo del que datan la mayoría de los dinosaurios que comenzó hace 145 millones y terminó hace 65 millones de años.
No es la primera vez que se descubren en China nuevas especies de dinosaurios, entre ellos el Lanzhousario Magniden, caracterizado por unos enormes dientes de 14 centímetros de largo y 7,5 de ancho.
El hallazgo se suma a otro hecho en Argentina, según el cual los grandes dinosaurios carnívoros que poblaron el planeta hace 90 millones de años pudieron haber vivido en manadas y no en solitario, como se creía hasta ahora.
Hemos hallado enterrados en un mismo sitio los restos de al menos siete animales, pero podrían ser más, dijo el paleontólogo argentino Rodolfo Coria, que dirigió la investigación. Explicó que los ejemplares de la especie, que fue llamada Mapusaurus Roseae por sus descubridores, llegaba a los doce metros de largo y las seis toneladas de peso, por lo que era algo más grande que el Tiranosaurus Rex del hemisferio norte