En un balance de la coyuntura del sistema financiero, Anif señala que el
primer ganador es el consumidor bancario, pues la rapiña por los buenos
deudores ha provocado reducciones significativas en las tasas de interés.
Los segundos ganadores son los dueños de los bancos quienes han dejado atrás
los difíciles años de la crisis cuando varios de ellos perdieron su
propiedad accionaria a manos del Estado.
Y en tercer lugar se ha beneficiado el propio Fogafín, pues tras las
recientes privatizaciones, el costo neto de la crisis bancario del período
1998-1999 se ha logrado reducir a 1,6 por ciento del PIB del 2005.
Por otro lado, Anif llama la atención sobre la manera como los bancos han
logrado diversificar sectorialmente su cartera. Por ejemplo, la fusión
Bancolombia-Conavi-Corfinsura dejó a esta entidad con una composición de 73
por ciento en crédito comercial, 15 por ciento en consumo y 11 por ciento en
hipotecario, posicionándola como líder en el frente de la cartera comercial.
La fusión Bbva-Granahorrar implica una composición de 59 por ciento en
cartera comercial, 20 por ciento en hipotecaria y 21 por ciento en consumo,
haciendo evidente su vocación hipotecaria.
El banco Davivienda-Superior quedó con una cartera de consumo de 49 por
ciento hipotecaria de 25 por ciento y comercial de 26 por ciento, destacando
su frente de consumo. La fusión Banco de Bogotá-Megabanco dejó a esta
entidad con una cartera comercial de 52 por ciento y una de consumo de 41
por ciento, quedando fuerte en comercial-consumo y con una importante
porción de microcrédito