Los poderes ejecutivos que manteníamos, los devuelvo al pueblo. Esperamos que se restaure la paz y el orden en el país, al proteger a la democracia multipartidista, indicó en un mensaje televisado Gyanendra, quien asumió el poder absoluto el primero de febrero del 2005.
Gyanendra llegó al trono del pequeño y pobre reino asiático en junio del 2001, después del misterioso asesinato de su hermano, el rey Birendra, y de la mayoría de la familia real a manos del príncipe heredero Dipendra. Un suceso que generó muchas sospechas sobre el actual monarca.
Luego, en mayo del 2002, disolvió el Parlamento, porque se disponía a rechazar la prolongación del estado de emergencia decretado seis meses antes para luchar contra los maoístas que se sublevaron contra la monarquía en 1996.
Desde esa fecha se comprometió en varias ocasiones a convocar elecciones generales, que nunca llegaron a celebrarse, y nombró a un Primer Ministro entre los líderes de los partidos políticos, una figura que dejó en pie hasta hace 14 meses.
En su discurso de ayer, el rey expresó su compromiso con la monarquía constitucional, la democracia multipartidista y las elecciones, aunque no dio una fecha de una futura convocatoria ni tampoco señaló la vía en que regresará la soberanía al pueblo.
Desconfianza Tal vez por eso, la mayoría de los manifestantes aunque parecía satisfecha con el anuncio expresaba dudas.
Ganamos la batalla, pero todavía hay que ganar la guerra, expresó una manifestante, Grihendra Shrestha.
Horas antes, más de 100.000 personas habían ignorado un toque de queda y se habían concentrado en las afueras de Katmandú, la capital nepalesa.
La Policía abrió fuego y mató a tres manifestantes, mientras que decenas más resultaron heridos.
Krishna Sitaula, portavoz del principal partido, el Congreso Nepalí, dijo que la oposición se reunirá hoy para dar una respuesta oficial al rey, pero avanzó que de momento continuarán las movilizaciones porque su mensaje no fue claro.
Esperamos que el rey cumpla su palabra y permita a los partidos formar Gobierno, dijo por su parte Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado de E.U.
La guerrilla maoísta alcanzó en noviembre un acuerdo con los siete partidos de la oposición en busca de la convocatoria de unas elecciones a una Asamblea Constituyente para salir de la crisis y se comprometió a renunciar a la violencia en caso de lograrlo.
Ello ha aislado todavía más al monarca, muy presionado en los últimos meses por países como India y Estados Unidos, antes importantes aliados de Nepal.