En una misma semana, decenas de usuarios de TransMilenio bloquearon una estación intermedia del portal de la 80 y el Portal Norte, en la calle 170, como expresión de inconformismo ante la falta de rutas alimentadoras que les permitan retornar a sus hogares. Buses, buses, buses, era la consigna. La consecuencia inmediata fue la parálisis del sistema, que terminó por afectar no solo a los pasajeros inconformes sino a quienes se encontraban a lo largo de las estaciones de ambas troncales. El caos llegó a prolongarse hasta por tres horas.
Aunque el alcalde Lucho Garzón dijo que las protestas demostraban que la gente está utilizando masivamente el servicio, hay un problema más de fondo: la falta de comunicación. ¿Sabían los usuarios que la demora de alimentadores en la 170 se debió a que la Policía encontró un paquete sospechoso en el portal y tuvo que suspender una de sus plataformas? ¿Sabían los usuarios de la estación en la calle 80 que el día de la protesta la demora se debió a que las calles anegadas por un fuerte aguacero impidieron la movilización de los buses verdes? Seguramente no, y ahí está el problema.
Si quienes estaban en estaciones y portales esperando los buses se hubieran enterado de esto, otra hubiera sido su reacción. Insistimos, por esto, en que TransMilenio debe adoptar mecanismos de comunicación con los pasajeros.
Tratándose de un sistema integral y eficiente, pero vulnerable, los primeros que deben saber qué pasa cuando una ruta se demora o sufre algún percance son los usuarios.
Otro tema es la supuesta insuficiencia de buses. Según TransMilenio, los 343 buses alimentadores que prestan servicio en 60 rutas a lo largo de 343 kilómetros bastan para la demanda actual. Quizá sea así, pero conviene revisar si en algunos puntos como el occidente, el sur y Suba, la realidad indica otra cosa y lo que hacen falta son rutas y vehículos.
Por lo pronto, un llamado de atención para que el público, que tiene el derecho de protestar, entienda que el bloqueo de TransMilenio es un bloqueo de la ciudad, y que antes de ir por vías de hecho hay que exigir mejor información de lo que ocurre en troncales, portales y estaciones. Eso calmará los ánimos.
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