Desde que la Fiscalía le decretara la libertad hace dos semanas, García está en esa incertidumbre.
Para conseguir su restitución, el centro de educación superior ha citado a tres consejos superiores, ente que debe dar la última palabra sobre si retorna o no García.
Sin embargo, en las sesiones del 30 de marzo y el 3 y 8 de abril no hubo quórum. Se necesita la presencia de cinco delegados y han ido solo tres o cuatro. Al frente de la Distrital sigue un rector encargado.
A las reuniones citadas han llegado tres o cuatro de los miembros, entre ellos el secretario de Educación, Abel Rodríguez; el representante de los profesores, el de los gremios y el del sector productivo. Así no se logra el quórum de cinco representantes, explicó García.
El rector está preocupado por esta dilatación, pues sabe que no le queda mucho tiempo en el cargo para terminar su labor y supone que hay intereses de destituirlo, debido a las reformas realizadas en el aspecto pensional, las más criticadas por este sector de la Universidad Distrital.
Espero retomar mi cargo el lunes, en el consejo de las 4 p.m. y que no se busque mi salida, que sería ilegal pues fui elegido para un periodo fijo.
García no recibe sueldo desde el pasado 6 de diciembre, cuando se le decretó prisión domiciliaria.
Del mismo modo, ya no disfruta de pensión ni de servicio de salud. Si me da un infarto, me tendré que morir porque no tengo recursos.