EE.UU respondió al anuncio israelí rehusando retrasar unilateralmente la fecha para iniciar las negociaciones de paz al 9 de diciembre, pero dejó abierta la posibilidad de un cambio negociado si las partes así lo deciden, según la vocera del Departamento de Estado, Margaret Tutwiller.
Un asesor del secretario de Estado James Baker, citado por la cadena de televisión CNN, indicó que, de todas formas, EE.UU. no había anunciado oficialmente la celebración de estas conversaciones el día cuatro de diciembre; simplemente, habían cursado una invitación a las partes en Oriente Medio para ese día.
Como Jordania y Libia ya aceptaron la reunión en Washington sería poco apropiado que cambiáramos unilateralmente la fecha , declaró la vocera del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler. La vocera añadió que Washington no tenía inconveniente si las partes llegaban a un acuerdo para cambiar la fecha.
Los palestinos denunciaron el pedido israelí de aplazar las conversaciones, que el negociador Saeb Erekat calificó de clásico ejemplo de chantaje .
La radio israelí dijo anteriormente que el Gobierno quiere que las conversaciones comiencen en Washington el nueve de diciembre, que se limiten a dos sesiones y que se trasladen después al Oriente Medio. El Departament6o de Estado dice que el gobierno del presidente George Bush desea acptaciones incondicionales.
Además de pedir el aplazamiento, Israel propuso dejar pasar entre cuatro o cinco días entre cada sesión. Adujo al respecto que si el Estado judío negociaba simultáneamente con todas las delegaciones árabes bajo un mismo techo, la línea extremista predominaría.
Tenemos razones para creer que los árabes no están interesados en conversar con nostoros ni en realizar negociaciones directas, sino que lo que quieren es conversar con los Estados Unidos y tratar de ejercer presiones a través de ese país , dijo la declaración, leída por Ehud Gol, vocero del primer ministro Yitzhak Shamir.
Israel quiere que las conversaciones tengan lugar en Oriente Medio, tras alegar que esto pondría a prueba la disposición de los árabes a reconocer la existencia de Israel como estado.
La declaración de ayer, sin embargo, parece ofrecer una concesión ya que deja de lado anteriores demandas israelíes de que las conversaciones de Washington se atengan sólo a cuestiones de procedimiento, no al fondo del onflicto.
La declaración fue redactada como una serie de propuestas, no condiciones, pero refleja el argumento de Israel de que el proceso de paz iniciado el 30 de octubre en Madrid estaba desviándose de las negociaciones separadas y directas que los Estados Unidos prometieron a Israel.
Pese a la ira israelí por la forma como Estados Unidos manejó la cuestión de las invitaciones, Bnjamin Netanyahu, viceministro de la oficina de Shamir, dijo que Israel trata de aplazar las conversaciones a fin tener, sencillamente, más tiempo para prepararse y porque la fiesta judía Chanukah termina en nueve. Siria y los palestinos parecen próximos a aceptar la invitación, pero plantearon varias inquietudes.