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30 años de La Universidad del Vallenato

Ya es leyenda la historia de Rafael Orozco, siendo niño, rivalizando con Diomedes Díaz en el colegio. En los concursos de canto siempre ganaba Rafael. Y finalmente, Diomedes terminó por darle su primera composición para que la grabara.

Por su parte, Israel Romero también tuvo que ver con Diomedes. Se ganó el
mote de ‘El pollo de Villanueva’ a punta de medirse en competencia con
acordeoneros consagrados, sin importar sus 12 años.
Cuando Romero y Orozco se reunieron, en 1976, eran dos promesas vallenatas.
El primero había grabado con Emilio Oviedo; el segundo, con Daniel Celedón.
Le apostaron al romanticismo (y muchos los culpan de haber dado pie a la ola
de ‘balanato’ o ‘vallenato llorón’). Según Félix Carrillo, experto en el
tema, “fue la agrupación que le dio a esta música el impulso hacia la
modernidad”.
Ahora, tres décadas después, Romero ha mantenido el conjunto a pesar de las
crisis (como la muerte de Orozco en 1992), dice, casi tímido que eso de ‘La
universidad del vallenato’ es una asociación con el título que ostenta el
Gran Combo de Puerto Rico en la salsa. Ha visto nacer y crecer a muchos
cantantes, que tuvieron su oportunidad en el Binomio. También acordeoneros,
como su sobrino José Fernando ‘El Morre’ Romero, que ahora busca un espacio
propio entre los exponentes del género.
Entonces, recuerda que si bien el Binomio de Oro ha sido como una
‘universidad’, hay otro conjunto, el de su hermano Norberto, que es como el
‘Bachillerato’. Se trata de La Dinastía Romero, conjunto de músicos
juveniles que más de una vez, le ha dado sus mejores talentos al Binomio.
“Hay dos integrantes de la Dinastía que pasaron al Binomio: Duván Bayona y
Didier Moreno. También está Marcos Bedoya, el otro acordeonero”, explica
Israel.
¿Por qué el grupo tiene siempre varios acordeoneros y cantantes?
La idea es renovar el Binomio cada día. Es importante que no se pierda el
modernismo. Los jóvenes siempre inyectan nueva sangre.
¿Ha sido difícil la salida de Jean Carlos para los cantantes que quedan?
Comenzamos a trabajar con Alejandro Palacio cuando Jean Carlos estaba
todavía con nosotros. Así que tiene ya cierta experiencia. Jean Carlos le
enseñó mucho. Ahora entraron Orlando Acosta y Didier Moreno.
¿Hubo crisis?
La gente ya sabe que el cantante principal es Alejandro Palacio.
¿Las relaciones con Jean Carlos terminaron mal?
Él quería hacer su grupo y no soy la persona que va a negarle esa
oportunidad, como tampoco se la negué a Jorge Celedón. De pronto hubo
malentendidos, pero considero que Jean Carlos es un amigo.
¿Quién cantará ‘La creciente’?
Alejandro cantará los clásicos.
¿Como se siente cuando se hace la lista de tantos alumnos suyos que siguen
adelante con sus carreras?
He sido un estratega de la música. Conozco al que es buen bajista, buen
guitarrista.Al principio, intenté meterle el sintetizador al vallenato, el
piano. Al introducir eso en el vallenato le di trabajo a una gama de músicos
en cada grupo que también lo hizo.
¿En qué más hizo escuela?
Antes, las agrupaciones no cargaban la guitarra eléctrica. La metí hace
décadas y eso le creó empleo a un poco de gente. En la primera grabación
mía, puse de coristas a Juan Piña y a Joe Arroyo y lo hicieron muy bien. Mi
trabajo ha sido realzar el trabajo de mucha gente y me siento orgulloso.
Gaby García, a la sombra de Rafael Orozco
Gabriel ‘Gaby’ García nació un 24 de marzo, la misma fecha de nacimiento de
Rafael Orozco (pero algunos años después). Su parecido físico con el primer
cantante del Binomio de Oro fue una bendición y una sombra muy larga.
Conoció a Orozco cuando ya era famoso: “Oye, tú pareces hermano mío”, le
dijo el cantante cuando lo vio. Y mientras Orozco hacía éxitos como La
creciente o El higuerón, Gaby trabajaba en las minas del Cerrejón. A la par,
se presentaba en festivales para foguearse como cantante aficionado. En las
competencias conoció a Jean Carlos Centeno cuando “era un pelao de granos en
la cara”.
Estaba en las minas cuando supo de la muerte de Rafael Orozco, el 10 de
junio de 1992. Dos meses después, se vio encaramado en una tarima de Miami,
debutando con el Binomio de Oro, en un homenaje a la memoria de Rafael
Orozco.
“Un día me llamaron –recuerda–, me hicieron una prueba y después de un par
de ensayos resulté en Miami”. Siguieron las giras y una Orquídea de Plata en
Venezuela.
En el disco Todo corazón, Israel Romero apareció sentado junto a una silla
vacía. En ese álbum, Gaby grabó ocho canciones. Jean Carlos cantó cuatro.
Hay desacuerdo sobre la reacción del público al ver a Gaby, un casi gemelo
de Orozco, ocupando su lugar: “Todas las reacciones fueron positivas”, dice
él. Sin embargo, el rumor dice que la gente no soportó el parecido.
Al disco siguiente, Jean Carlos se quedó con los éxitos y a él le dieron
pocas canciones. Era hora de partir.
Fuera del Binomio, Gaby grabó otros discos, con canciones de Orozco porque
la gente lo pedía. En el 2001 grabó un homenaje a su ‘gemelo’.
Cuando le salió la visa de residente en Estados Unidos, se fue para Miami.
Trabajó en una farmacia, intentó tocar vallenato en bares, pero lo dejó
porque no encontró acordeonero. Ahora enseña español en un colegio de
bachillerato .
“No he podido quitarme la sombra de Rafa –concluye–. Quería ser yo: Gaby
García. Intenté cambiar: me teñí el pelo de rubio, me quité el bigote, me
puse los ojos de colores. Pero la gente me pide hasta la colita larga. No me
perdonan: siempre que ven al ‘Gaby’, quieren oír cantar a Rafael”.
LOS ALUMNOS AVENTAJADOS DEL BIONOMO DE ORO DE AMÉRICA
Júnior Santiago. Entró en 1999, alternó en la voz con Centeno. “Cogí madurez
y disciplina, también aprendí a conservar la amistad”, dice de su paso por
el Binomio. Ahora prueba en solitario y es éxito con ‘Full de amor’.
‘El Morre’ Romero. Sobrino de Israel, fue el segundo acordeonero del grupo.
Se retiró hace dos años para probar suerte por sí mismo. Ahora, se integró
al grupo de Jean Carlos Centeno, junto con Ronald Urbina.
Jorge Celedón. Desde niño cantaba, pero su paso por el Binomio, le enseñó lo
que era un compromiso artístico. Aprendió y su carrera aparte ha sido una de
las más exitosas del momento. Éxitos: ‘Ay hombe’ y ‘Cuatro rosas’.
Jean Carlos Centeno.
Según Romero: “tiene una voz exquisita. Para mí es, hoy en día, el mejor
cantante que hay de vallenato”. Fue voz líder del grupo hasta el año pasado.
Ahora graba su primer disco como solista.
Rafael Orozco. Con él comenzó la agrupación y desde ‘La creciente’ en
adelante, se convirtió en un maestro, no solo de quienes lo sucedieron en el
grupo sino de los cantantes valleantos en general.
Alejandro Palacio. Nació en 1985, en Santa Marta. Israel lo encontró en
Nueva York y lo enroló en el Binomio en el 2003. Con la salida de Centeno es
ahora la voz principal. Canta Grafiti de amor.
Orlando Acosta. Es el nuevo cantante, nacido en Fonseca (La Guajira). Ha
alternado con Otto Serge, Las Estrellas Vallenatas y otras agrupaciones.
Tiene álbumes propios. Todavía no ha grabado con el Binomio.
VOCES Y ÉXITOS, EN UN ÁLBUM
Precisamente por este aniversario, el Binomio de Oro sacó el disco ‘La
universidad del vallenato’, una compilación de dos CD, con éxitos en las
voces originales, a continuación, parte del repertorio.
Rafael Orozco: ‘La creciente’, ‘El higuerón’, ‘Qué será de mí’, ‘Solo para
ti’, ‘Sombra perdida’. Gaby García: ‘Qué bonito’. ‘Dime quién’. Jorge
Celedón: ‘Te haré feliz’,’ Me voy de ti’, ‘El amor’, ‘No pude olvidarte’.
Júnior Santiago: ‘No me resignaré’, ‘Cómo olvidarte’. Jean Carlos Centeno:
‘Quiero que seas mi estrella’, ‘Amigo el corazón’. Alejandro Palacio: ‘Jamás
Imaginé’ y ‘Vida de mi vida’. Israel Romero: ‘Bañarte en mis sueños’.
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