Aunque un esposo que tiene dudas sobre qué tan fiel es su esposa en sus
tardes de soledad lo puede instalar, o unos padres puedan querer estar
pendientes de las travesuras de su hijo cuando llega del colegio mientras
ellos están en el trabajo, lo cierto es que, por ahora, en Colombia, la
mayoría de la gente que utiliza la televigilancia lo hace por seguridad en
casa o en oficina.
¿Qué es la televigilancia?
Se trata de una o más cámaras pequeñas que cualquiera puede instalar en un
sitio para poder ver desde otro distante, a través de Internet, todo lo que
pasa allí.
Es decir, es poder ser espías de asuntos domésticos o laborales a un bajo
costo (las cámaras con instalación incluida pueden costar de 500.000 a 1,2
millones de pesos).
Aunque en Colombia apenas está llegando la ola, en el mundo hay estadísticas
de que el uno por ciento de las personas que usan Internet lo hacen con
estos propósitos.
EL TIEMPO presenta testimonios de personas que ya lo usan, como el de una
ejecutiva que desde Santa Marta puede revisar por qué en su casa de Bogotá
se disparó la alarma. Poder ver todo lo que pasa a cualquier hora me parece
fabuloso, comenta. 1-6 NACIÓN