Eduard Shevardnadze, artífice durante cinco años de algunos de los más dramáticos cambios ocurridos en la reciente historia europea antes de renunciar como ministro de Relaciones Exteriores soviético en diciembre último, fue nuevamente designado para ese puesto ayer.
El presidente Mijail Gorbachov formalizó el nombramiento de Shevardnadze, de 63 años, mediante un decreto publicado por la agencia noticiosa TASS.
Shevardnadze había dimitido al cargo en diciembre, durante un resonante discurso que pronunció ante el parlamento, en el que previno que se avecinaba una dictadura en la Unión Soviética.
Shevardnadze había sido uno de los más estrechos colaboradores de Gorbachov y cogestor de su política de perestroika. Pero sus relaciones se habían deteriorado en los últimos años. Shevardnadze achacó a Gorbachov haber subestimado la amenaza de los comunistas conservadores.
Sus palabras, que posteriormente fueron repetidas por otros altos funcionarios, parecieron proféticas cuando un Comité de Emergencia de línea dura comunista destituyó a Gorbachov durante tres días en agosto. Shevardnadze había prevenido desde ese golpe que podría ocurrir una segunda asonada, si la carestía de alimentos y el colapso económico generan desesperación en los centros industriales.
Además, Gorbachov separó de sus funciones a varios embajadores de la URSS en el extranjero, entre ellos Leonid Zamiatin y Iuri Dubinin, destacados en Gran Bretaña y Francia, respectivamente.
Los dos embajadores habían sido puestos en tela de juicio cuando la tentativa de golpe de Estado, por su actitud de espera favorable a los golpistas. El representante de la URSS ante la CEE en Bruselas, Lev Voronin, fue también relevado.
La renuncia de Iuri Pavlov, embajador en Chile, fue aceptada igualmente por el jefe del Estado soviético.
Radio Moscú dijo que el predecesor de Shevardnadze, Boris Pankin, fue nombrado embajador en Gran Bretaña. La voz de Gorbachov Shevardnadze, un georgiano de 63 años, fue uno de los padres de la perestroika. Miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) desde 1948, renunció el 4 de julio pasado a causa de la persistencia de los viejos métodos .
Era primer secretario del PC de Georgia cuando fue llamado a dirigir la diplomacia soviética en julio de 1985, lo que finalizó el reinado de Andrei Gromyko. Durante cinco años, Shevardnadze fue la voz de Gorbachov en el exterior.
A medida que se instauraba el nuevo orden internacional, se convertía en el blanco predilecto de los medios conservadores del Kremlin. La presión pareció alcanzar su nivel máximo a fines del año pasado, cuando Gorbachov daba la impresión de haber elegido apoyarse en el ejército y en los duros del partido.
En plena sesión del Congreso de los Diputados, Shevardnadze anunció su partida, tomando por sorpresa a Gorbachov. En esa época, los comentaristas se interrogaron sobre los motivos secretos de su decisión.