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TIENEN LA MISIÓN DE IMPEDIR QUE LAS HORMIGAS REINA SEAN FERTILIZADAS Niños de Balboa, a dañar

Todos los escolares de Balboa, un pueblo de 10.000 habitantes enclavado en las montañas de Risaralda, están invitados a una ‘ceremonia nupcial’. (VER CUADRO: EL 'BAILE ALADO')

Pero no para festejar, sino para acabar con las pretensiones de las novias,
hormigas reina que con el comienzo del invierno salen de la red de túneles
para copular.
La misión de los niños es atajar a los pretendientes machos o desenterrar a
las hormigas reina cuando han sido fertilizadas, pues pierden sus alas y
pueden ser halladas más fácilmente al lado de su prole.
Los escolares de Balboa que más insectos recolecten será premiados.
El concurso fue organizado por la Alcaldía, el Comité de Cafeteros y la
Corporación Autónoma Regional de Risaralda para controlar a las hormigas
arrieras, que devoran cultivos de naranja, limón, aguacate y yuca. Cuando
no encuentran algo para llevar al hormiguero atacan incluso los cafetales.
“¡Tambochas, Tambochas…! Invasión de hormigas carnívoras… Esto equivalía a
suspender trabajos, dejar la vivienda, poner caminos de fuego…Toda guarida,
toda grieta, todo agujero; árboles, hojarasca, nidos, colmenas sufren la
filtración de aquel oleaje espeso y hediondo que devora pichones, ratas,
reptiles y pone en fuga pueblos enteros de hombres y bestias”.
Así se refería José Eustasio Rivera en La Vorágine a esta plaga. Y aunque la
situación no es tan dramática como la de este pasaje, en Risaralda la
hormiga ha puesto en aprietos a los agricultores.
Luz Betty Cadena, técnica del proyecto Núcleos Agroforestales Campesinos,
que promueven la Corporación Autónoma, el Comité de Cafeteros, la
Gobernación de Risaralda y las alcaldías, dice que la situación es
preocupante en los municipios de Balboa, La Celia y unos sectores de Apía y
Belén de Umbría.
No hay cifras precisas sobre cuánto dinero se ha perdido, pero se estima que
estos insectos pueden acabar con entre un 30 y un 70 por ciento de material
vegetal, dependiendo del cultivo.
Todos contra las hormigas
“He ensayado todo. Productos químicos y máquinas para rociarlos,
‘ruanas’ untadas de grasa y cercos plásticos en tierra que aíslen los
colinos de cítricos. He sembrado a los lados canavalia. Nada ha resultado”,
dice el agricultor Jairo Echeverri Restrepo.
Precisamente en su predio, en Altagracia, en el sur de Pereira, varias
instituciones decidieron unirse para luchar contra el animalito y
controlarlo.
En el lugar encontraron un hormiguero en el que los insectos habían
levantado un montículo de tierra de unos 80 centímetros y que abarcaba tres
metros cuadrados.
“No se puede hablar de extinguirlas. Llevan millones de años en la tierra,
más que nosotros, y han sobrevivido adaptándose a las cambiantes
condiciones. Además cumplen un papel en la cadena animal. No obstante, sí
hay que controlar su crecimiento exagerado”, dice el entomólogo Carlos
Enrique Gómez, que lleva más de una década estudiando a las hormigas en los
laboratorios del ICA en Palmira (Valle).
Los investigadores se quejan de que controladores biológicos naturales como
el oso hormiguero y el armadillo han ido desapareciendo por los daños a su
hábitat.
“Se acostumbra cazar al armadillo o gurre y es común ver en las fincas
cafeteras su caparazón como trofeo. Hay que hacer conciencia sobre el daño
tan grande”, dice Gómez.
Advierte que el control debe ser una actividad que involucre a la comunidad,
pues un campesino puede hacer buenas prácticas para contrarrestar la plaga,
pero si sus vecinos no hacen lo propio la invasión de hormigas no
desaparecerá.
CUANDO NO HAY MUCHACHOS ACUDEN AL CEBO
Otra de las prácticas para controlar a la hormiga arriera es la preparación
de un cebo que ellas toman y llevan a sus hormigueros. Se trata de una
mezcla con miel de purga, jugo de naranja, avena en hojuelas y un hongo
denominado trichoderma. Con la miel como atractivo, el insecto lleva el
hongo hacia sus túneles. Cuando descubre el mal, el daño está hecho.
Expertos recomiendan no tocar el componente con las manos. Las arrieras
reconocen cuando ha sido manipulado y lo dejan de lado. Hay diversos tipos
de preparación de cebos, pero dicen en Balboa que hasta ahora los mejores
controladores han sido los pequeños con sus grandes brigadas de búsqueda.
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