Otra fuente confirmó ayer que al sur de Patio Bonito, jurisdicción de la alcaldía menor de Kennedy, sobre las orillas del río Bogotá, en areas más bajas que el cauce, se están armando cerca de diez barrios y que hay unas cincuenta viviendas. Los lotes más próximos al río se dan a 200 mil pesos; los más retirados se dan a quinientos mil pesos y más.
La jefe de la unidad de mejoramiento y coordinación de barrios del DAPD, Zoila de Vita, dijo que las gentes pobres tienen que ser advertidas por todos los medios de que antes de comprar lotes deben acercarse al piso 15 del Centro Administrativo Distrital a preguntar si el terreno donde les venden puede ser urbanizado y si por consiguiente hay posiblidad de que se le dote de servicios.
Los urbanizadores piratas, que se han constituído ya en Asociación, evolucionaron en el sentido de que ahora no entregan el terreno escueto sino que tratan de dotarlo de ciertas normas mínimas, como las vías, y que en el caso de Suba montaron un sistema de bombeo de aguas negras, para sortear el incoveniente de que lo que venden está por debajo del río. Pero las aguas negras las arrojan a la corriente, con la consiguiente contaminación.
Los funcionarios del DAPD explicaron que ellos no tienen facultades policivas opara impedir la venta de lotes clandestinos y dijeron que la Empresa de Energía les conecta la luz porque si no lo hace, de todos modos la toman y no la pagan.
Perry informó que se firmaron contratos con Ingeominas y con Gómez Cajiao para estudiar cuándo los riesgos en que se encuentran algunos barrios son insuperables, porque hay casos como los de los cerros orientales, en donde los riesgos pueden corregirse con el control de las quebradas.
En Bogotá viven 500 mil personas en barrios con riesgos, pero no siempre a esos barrios hay que reubicarlos. A algunos basta con hacerles obras.