De las 8 nacionales que empezaron hace 11 años (P&S, Petrolitoral, Petrogrupsa, Dispetrol, Petrolríos, Petrolworld, MasGas y Tripetrol), hoy quedan 6, dice Julio Plaza, presidente de Petróleos y Servicios. A partir del 2002 entraron 7 más.
Actualmente, existen 17 firmas en el negocio de la comercialización de combustibles para el sector automotor. Otras 13 son nacionales y representan el 61 por ciento de las ventas. Plaza añade que las transnacionales pudieran entrar en una nueva fase, como es la desinversión en estos activos.
Esto abriría la puerta a nuevos a actores.
Según señaló el empresario al diario ecuatoriano, la presencia de Juan Guillermo Serna, presidente de la Organización Terpel es una señal. El presidente de esta compañía, que tiene el 38 por ciento del mercado de combustibles en Colombia, conversó con el Ministro de Energía sobre su plan de expansión y de inversiones.
Versiones del diario señalan que la firma Lubricantes y Tambores del Ecuador (Texaco), está interesada en escuchar propuestas para sus estaciones de servicio.
Para René Ortiz, presidente de la Asociación de la Industria Hidrocarburífera, la venta de Shell no es una tendencia de las transnacionales en el país. Señala que ellas están interesadas en ampliarse, pero reconoce que los precios de los derivados no responden a la oferta y la demanda del mercado.
Para las nacionales, el mantenerse en el negocio significa ampliarse en número de estaciones, encontrando nuevos socios (dueños de estaciones) para fortalecerse.
El costo de una estación varía entre 300.000 y 500.000 dólares. La compra de una estación en operación requiere de montos similares. El mayor número de gasolineras se ubica en Pichincha con 175 y en Guayas con 185. Desde 1997 se segmentó el mercado nacional y la regulación obligó a las empresas a operar sólo en un sector: automotor, industrial o naviero.