Mañana se cumplen 11 meses desde el día en que 5.000 familias perdieron sus viviendas en la avalancha del río de Oro en Bucaramanga y Girón (Santander) y desde entonces viven en ranchos con paredes de madera y techos de láminas de zinc.
Un equipo veedor del proceso de reconstrucción denunció que el hacinamiento en los albergues los ha convertido en focos de delincuencia, en los que hay desde hurtos y venta de alucinógenos hasta prostitución y presencia de grupos armados.
Los veedores, delegados de la Defensoría del Pueblo, la Universidad Santo Tomás y Pastoral Social de la Arquidiócesis de Bucaramanga, encontraron que los damnificados, además, se ven afectados por intereses politiqueros y la lentitud en la adjudicación de recursos oficiales.
Los cambuches carecen de agua potable y alcantarillado y las viviendas están deterioradas. El desempleo, la falta de atención en salud, el maltrato infantil y los embarazos de niñas entre los 13 y 16 años completan el crítico panorama.
El sacerdote Fabio Osorio, director de Pastoral Social, expresó su preocupación y calificó como una gran amenaza la presencia de grupos armados.
Ante esto, el general Jorge Enrique Otero, comandante de la Policía en Santander, sostuvo que aunque hay agentes ubicados alrededor de los asentamientos, los grupos armados siguen allí porque la comunidad no los denuncia.
Ana Felicia Barajas, defensora del pueblo en Santander, afirmó que se requiere un plan inmediato de contingencia.
Estamos trabajando El alcalde de Bucaramanga, Honorio Galvis, reconoció las fallas, pero manifestó que su administración está trabajando en programas sociales para los asentamientos.
Galvis afirmó que el desempleo se debe en parte a la falta de apoyo de los empresarios locales, a lo que el presidente del Comité de Gremios de Santander, Luis Gustavo Álvarez, respondió: La falta de ocupación no tiene como causa el desastre. El sector productivo no discrimina, lo que hace es una selección de personal.
Frente al problema de vivienda, el director de Pastoral Social solicitó a los mandatarios no generar falsas expectativas con la reubicación y acelerar la reconstrucción de las casas.
El alcalde Honorio Galvis aseguró que el 20 de enero comenzarán la adecuación de cuatro lotes del norte de la ciudad, en los que se construirán 2.200 viviendas. En septiembre próximo se entregarían 1.100 casas y las restantes en el 2007.
1.100 viviendas se construirían a partir del 20 de enero en el norte de Bucaramanga y serían entregadas en septiembre, según anunció el alcalde Honorio Galvis.
El proyecto incluye en total 2.200 casas.