No había recibido la educadora amenaza alguna, y solo hay un antecedente. El de que el año pasado fue agredida verbalmente por un joven que había perdido la asignatura dictada por ella, que era la de Español y Literatura. Si esa fue la causa para que resultara víctima de los sicarios que ante nada se detienen, estaríamos ciertamente en el punto más extremo de la perversidad.
EL CRIMEN DE LA MAESTRA
Un episodio criminal que revela angustiosamente los extremos a que han llegado elementos por completo deteriorados mentalmente, es sin duda el que se registró en Medellín el lunes pasado, c uando la educadora Marta Luz Loaiza fue asesinada, en la propia aula de sus clases y delante de sus atemorizados alumnos, paradójicamente en el Liceo de la Fundación Fe y Alegría. Culminaron en esa trágica forma diecisiete años de intensa y abnega labor educacional. Dos hijos, de 15 años y 10 meses, han quedado en la orfandad por la oscura acción de los asesinos.
- Compartir
- Comentar
-
Guardar
Ingrese o regístrese acá para guardar los artículos en su zona de usuario y leerlos cuando quieraEste artículo ya fue guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario.Artículo guardado Para consultarlo en otro momento, visite su zona de usuario.El artículo no pudo ser guardado, intente nuevamente
- Reportar
- Portada
Por:
REDACCION EL TIEMPO
31 de enero 1991 , 12:00 a. m.
