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Moniquirá no quiere que le quiten a su párroco

Una polémica en torno al traslado del cura párroco de Moniquirá (Boyacá), Hugo León Jiménez, tiene enfrentados a la comunidad del municipio y al obispo de Chiquinquirá, monseñor Luis Felipe Sánchez.

Mientras que los feligreses, rezando, con misas y hasta en discusiones
públicas han implorado para que León Jiménez se quede, el Obispo se ha
reafirmado en la idea de retirar al padre de la iglesia Nuestra Señora del
Rosario de la población (ver recuadro).
¿La razón? Según los defensores de Jiménez y el propio religioso, el prelado
aduce que el párroco cumplió seis años en esa parroquia, los ‘permitidos’
según las disposiciones canónicas vigentes.
Lo que no sabe el Obispo es que es que esta comunidad, enamorada de la obra
social y católica del padre Hugo, se tomó el trabajo de investigar si este
es un motivo suficiente para trasladar a un sacerdote. Durante sus
indagaciones se encontraron con el canon 1.740, que contempla que sólo es
razón expresa una enfermedad mental, pérdida de la buena fama, negligencia o
mala administración.
Este hallazgo terminó por enardecer los ánimos de los ciudadanos, que
consideran que el actuar del padre dista mucho de estas consideraciones.
“Si no puede seguir siendo sacerdote aquí, entonces deje el púlpito y
láncese a la alcaldía que nosotros lo elegimos’’, le dicen, en tono jocoso.
El padre Hugo León Jiménez, un boyacense nacido en Santa Sofía hace 61 años,
con 36 en las filas de la Iglesia, no está menos sentido con esta situación,
ya que según él, al igual que a la comunidad, el obispo Sánchez le mintió y
desconoció su trabajo en bien de Moniquirá. ‘’Hace un año me dijo que
trabajara y que me iba a dejar dos años más en esta parroquia. Ahora sin
razón y sin diálogo me dice que me tengo que ir. Lo que me duele es que me
mienta’’, dijo el sacerdote.
‘Que dejen al padre’
Peter Gómez, ex concejal y líder comunitario, aseguró que en octubre se
reunieron algunas personas con el obispo Sánchez para preguntarle por qué
quería llevarse al sacerdote, si tenía presiones o qué pasaba. ‘’El Obispo,
inseguro, dijo que el padre estaba enfermo y que debía descansar. Negó haber
dicho que lo iba a dejar más tiempo all풒, afirmó.
El Notario Primero, Guillermo Pinzón, dice que la Iglesia, basándose de
pronto en algunos preceptos o letras de lo que la clerecía llama voto de
obediencia, está obligando al sacerdote a dejar una buena obra. ‘’Aquí había
desbandada hacia otras religiones, y eso se acabó con la llegada del padre
Hugo. El es un sacerdote que se entrega a su obra”, expresó Pinzón.
Yolanda Willman, por su parte, una artista consagrada, afirma que no todo
debe ser lo que el Obispo piense, sino que por el contrario, se debe mirar
qué tanto daño se le hace a una comunidad retirando a un sacerdote que tanto
bien le ha hecho. ‘’Si tanto habla de paz y respeto, por qué el Obispo no
respeta el deseo de todo un pueblo. Él no puede venir a pisotearnos a
todos’’, concluyó.
‘LA DECISIÓN ESTÁ TOMADA’
El obispo de Chiquinquirá, Luis Felipe Sánchez, aseguró que en la Diócesis
se rotan cada seis años los sacerdotes porque eso es una norma de la
Conferencia Episcopal de Colombia. Aseguró que ningún sacerdote tiene
permiso para saltarse esa norma.
Afirmó que no hay ninguna razón extra para tomar esa decisión, porque Hugo
es un buen pastor, un gran sacerdote y trasladarlo es una manera de hacerle
bien a él, a la comunidad y la parroquia.
Explicó que se tiene un plan pastoral, que se debe trabajar para ello, y que
a Moniquirá llegará otro buen sacerdote, muy querido y cuyo nombre prefiere
ocultar Al ser preguntado sobre si prometió dejarlo más tiempo, respondió
que trabajó seis años y trabajará seis años más en otra parroquia.
El Obispo expresó que aunque ha dialogado con la comunidad, no hay nada que
hacer. “El Obispo es autónomo, no hay reelección; la iglesia es
democrática’’, concluyó .
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