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La dinastía de los Araújo

En el velorio de doña Blanca Noguera de Araújo, que vivió más de cien años y falleció a mediados del 2004, casi no cabían sus hijos y nietos en su casa de Valledupar.

UNIDAD DE REPORTAJES
“Con la sola familia éramos más de 70. Ese ha sido tal vez el último momento
en que todos estuvimos reunidos”, recuerda el ex congresista Álvaro Araújo
Noguera, de 70 años, uno de sus nueve hijos.
Ese día, entre otros miembros de esta familia, estaba una ministra, el
Procurador General, un senador, un magistrado de la Corte Constitucional, el
Gobernador de Cesar y dos ex congresistas.
Es que los descendientes de doña Blanca y Santander Araújo Maestre, que
crecieron entre cantos de Rafael Escalona, charlas de Gabriel García Márquez
y discursos del ex presidente Alfonso López, se consolidaron en los últimos
años no solo como una gran fuerza política del Cesar sino como una de las
familias más influyentes en el gobierno de Uribe.
Pero lo más paradójico es que influyen desde orillas opuestas. Mientras el
magistrado Jaime Araújo Rentería y el procurador Edgardo Maya, con sus
conceptos y fallos sobre temas clave para Uribe –como la reelección y el
referendo–, han despertado gran simpatía en la oposición, otros como la
ministra de Cultura, María Consuelo Araújo Castro, y su hermano Álvaro, el
senador, son dos bastiones de la bancada uribista.
En Valledupar se dice que los Araújo le hablan al oído al Presidente, que
influyen en todas las esferas del Cesar, que no se mueve una hoja sin que lo
sepan y que ya desplazaron a los políticos tradicionales.
“Nosotros no somos un clan, somos una familia grande, donde hay de todo
(...) Hasta mi hermano Rodolfo se casó con una hermana de ‘Simón Trinidad’
(jefe de las Farc) (...). Nos dedicamos a estudiar y a salir adelante. Cada
quien fue buscando la vida por su rumbo. Nosotros por un lado, ‘Jaimito’ (el
magistrado) por otro y así. Ahora, los amigos que se dedicaron a gastarse la
plata y no estudiaron nos echan vainas de que los Araújo nos apoderamos de
todo”, explica Álvaro Araújo Noguera, padre de la ministra y el senador.
Los hijos de un gallero
La historia de esta familia comenzó en una casa de la Calle Grande, de
Valledupar, donde fundó su hogar a comienzos de siglo pasado don Santander,
oriundo de Patillal (Cesar), un hombre sin mayores estudios, matarife,
amante de las peleas de gallos y seguidor de Gaitán, con Blanca Noguera,
hija de un abogado ‘tinterillo’ de Santa Marta.
Allí criaron a sus nueve hijos Jaime, Alfredo, Mireya, Elvira, Álvaro,
Emelina, Rodolfo, Isabel (que falleció muy joven en un hecho trágico) y
Consuelo, ‘La Cacica’ (que fue asesinada en el 2001 por las Farc).
“No fuimos ricos. Mi papá tenía una finca pequeña –‘La Petaca’– y 15 vacas.
Nosotros madrugábamos a ordeñarlas. Mi mamá vendía la leche en el portón de
la casa”, comenta el ex ministro.
A don Santander lo recuerdan en el Cesar como un líder político sin cargos
públicos, del movimiento de Pedro Castro, que ayudaba a mediar en los
problemas del pueblo. Y a doña Blanca, como una mujer que recitaba poemas
por las tardes.
La mujeres de la familia trabajaron para que sus hermanos fueran a estudiar
en la universidad. “Por ellas nos convertimos en profesionales. Yo soy
ingeniero civil, tengo hermanos médicos, abogados… Consuelo, que trabajó en
un banco, no tuvo oportunidad de estudiar. Le daba clases en la noche de
matemáticas”, dice Álvaro.
Don Santander murió de un problema de corazón a los 50 años sin ver hasta
dónde llegarían políticamente sus frutos.
De los nueve hermanos Araújo Noguera, solo tres tuvieron protagonismo en la
política, los demás se dedicaron al agro y a sus profesiones.
El primero que cayó en esta tentación fue Jaime, amigo de Escalona y con
fama de buen orador. Él fue diputado y representante a la Cámara.
Pero el que llegó más lejos fue Álvaro, que aunque confiesa que no quería
estar en la política, fue concejal, senador y ministro de Agricultura de
Alfonso López. Terminó su carrera en 1993 tras perder la investidura de
senador, por un lío con una contratación con el Estado que hizo su emisora
Radio Guatapurí.
La última en entrar a este terreno fue Consuelo, ‘La Cacica’, que después de
crear el Festival de la Leyenda Vallenata y trabajar por años como
columnista en el diario El Espectador, fue Ministra de Cultura de Andrés
Pastrana, hasta que declinó para que su segundo esposo, Edgardo Maya, se
posesionara como procurador.
En el ‘valle’ se dice que las relaciones de los Araújo con los políticos
nacionales se hicieron al compás de los vallenatos, en los festivales, a
donde no faltaban los presidentes tanto liberales como los conservadores.
“A raíz del primer matrimonio de mi hermana Consuelo con Hernando Molina,
nos relacionamos con muchos amigos de él del interior, que venían a
Valledupar a parrandear con los vernáculos de Escalona. Entre esos estaba
Alfonso López y en esos tiempos qué íbamos a saber que iba a ser
Presidente”, dice su ministro.
En el mundo político de la familia Araújo Noguera las diferencias han sido
comunes.
“Mi hermano Jaime siempre me hacía oposición y se iba con otro grupo.
Consuelo me decía que era muy politiquero”, recuerda Araújo.
En lo poco que estuvieron unidos políticamente fue cuando ‘La Cacica’ se
lanzó en 1997 a la Gobernación del Cesar y la perdió. “No ganamos porque
Consuelo tenía muchos contradictores”, dice su hermano.
Pero la historia política de los Araújo no se detuvo ni con el crimen de ‘La
Cacica’ y, por el contrario, varios miembros de la segunda generación, que
superan los 50 primos, siguieron los pasos de sus padres.
LAS ALAS DE UN SENADOR
El movimiento Alternativa de Avanzada Social (Alas), que creó en 1996 el
actual senador Álvaro Araújo Castro, en el departamento del Cesar logró en
las últimas elecciones dos diputados, tres concejales y las alcaldías de El
Paso y Gamarra. A esto se suman los triunfos obtenidos en las elecciones
atípicas de alcaldes que se realizaron el pasado fin de semana en El Copey,
Becerril y Chimichagua.
“Lo que buscamos es ser un partido nacional, como el Liberalismo, como el
Polo, y llegar a todos los rincones del país. Somos el único partido
originario del Caribe colombiano, somos un partido de provincia, en el que
la educación es el camino de la igualdad”, dice el senador Araújo Castro,
que sonó para aspirar a la Presidencia en caso de que la Corte no aprobara
la reelección del Presidente.
Su hermana, la ministra María Consuelo, anunció su retiro del Gobierno para
que él pueda volver a lanzarse al Senado.
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