¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo baxulaft@gmai.com no ha sido verificado. VERIFICAR CORREO

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí.

Archivo

¿A quién(es) favorece el despelote de Europa?

(EDICIÓN BOGOTÁ) Las cifras son aterradoras. Más de treinta mil carros literalmente incendiados en París, una de las ciudades más civilizadas del mundo y cuna de la libertad. Ya no solamente registrados en los suburbios ni exactamente patrocinados por inmigrantes que generan esa xenofobia exacerbada que hoy se respira en Francia, sino generada por sus hijos y nietos. Es decir, por segundas y terceras generaciones, ya con nacionalidad francesa, además.

D'ARTAGNAN
Franceses, sí, pero tan excluidos de los núcleos tradicionales de una
sociedad protectora y seguramente tan desplazados como los nuestros: sí,
nuestros desplazados criollos, con la diferencia de que estos no han
adquirido, en conjunto, la fuerza ni la conciencia de sublevación de cuantos
hoy azuzan las hogueras de París y sostienen sin rubor, como Danilo
Martuccelli, un ciudadano galo de 41 años: “Nací en Lima, pero soy de
nacionalidad francesa. Soy agnóstico también en política. He estudiado la
creciente desigualdad social de Francia; el ascensor social de mi país se ha
estropeado: es la falta de oportunidades, pero sin adversario y sin ningún
programa”. Todo constituye una especie de locura sociológica inexplicable y
por algunos calificada de sartreana.
Por si fuera poco, llego a Madrid y uno de los taxistas de turno,
generalmente socialistas, esta vez habla pestes de Rodríguez Zapatero, el
presidente. Lo que este mandatario ha logrado es radicalizar a España y
polarizar al país más rápidamente de lo necesario –así haya llegado otro
partido al poder– entre derechas e izquierdas, donde sí existen ambos
espectros.
El presidente del gobierno español está gobernando apenas para los suyos y
no para los demás. Otro taxista agrega que la revolución de instruir de la
Ministra de Educación es solo propia de una ministra de la des-educación. No
es únicamente el alboroto causado por los matrimonios entre gays que tiene
enfurecidas a las jerarquías eclesiásticas, o la posibilidad legal de que
estos, solteros o casados, adopten hijos, sino la nueva y si se quiere
descarada pedagogía sexual sobre las bondades de la masturbación, ¡en todas
sus perversiones! Seguidamente descubro (¡vaya contraste!) que la ilustre
ministra se llama María Jesús San Segundo. O sea, María y santa de pila...
pero no de lengua. Aún más: si hoy hubiera elecciones en España, el Poder
Popular (PP) obtendría un escaño más en las cortes que el Partido
Socialista. ¡Nostalgias por el doctrinariamente aplomado Felipe González!
Y ni qué hablar de Alemania, donde, a pesar de que Ángela Merkel asumió como
Canciller, mantiene marcadas y peligrosas discrepancias con su antecesor,
Gerhard Schroeder, así hayan celebrado un pacto de gobernabilidad. Para no
mencionar el desgaste de Blair, si se quiere natural, pero identificado como
un hijo de Mrs. Thatcher antes que del laborismo inglés.
Todo esto ocurre en Europa mientras Bush y sus segundos –o, mejor, gracias a
sus segundos– mantienen muy altos índices de impopularidad. Sin embargo,
¿quién entonces le hace contrapeso, si no es una Europa hoy gravemente
escindida, al menos por lo que políticamente sucede en sus principales
naciones? Política y socialmente, se entiende. Decir que Chirac está gagá
puede resultar una exageración, pero está. Y que Rodríguez Zapatero no se
hallaba finalmente preparado para asumir del todo el poder, tampoco es una
falsedad. Y, entre tanto, el señor Bush, justificadamente cuestionado por
los opinadores del mundo, ahí. Intacto y casi indemne.
Mejor dicho, el vilipendiado Tercer Mundo, con todo y su aberrante
subdesarrollo, es hoy arquetipo de pluralidad ideológica y democrática,
llámese Kirchner, Lagos, Chávez, Lula, Uribe... Con todos sus infinitos
problemas, comenzando nosotros –ya dije– por el de los desplazados. Pero con
la diferencia de que aún no existe ese racismo rampante, como en E.U., ni
semejante xenofobia desenfrenada, como en Francia, ni la peculiar
inquisición antirreligiosa que se observa en España... y que la hay.
¡Qué paradoja! ¿Serán los excesos de tanta cultura ilustrada y desarrollo
económico globalizante?
D'ARTAGNAN
icono el tiempo

DESCARGA LA APP EL TIEMPO

Personaliza, descubre e informate.

Nuestro mundo

COlombiaInternacional
BOGOTÁMedellínCALIBARRANQUILLAMÁS CIUDADES
LATINOAMÉRICAVENEZUELAEEUU Y CANADÁEUROPAÁFRICAMEDIO ORIENTEASIAOTRAS REGIONES
horóscopo

Horóscopo

Encuentra acá todos los signos del zodiaco. Tenemos para ti consejos de amor, finanzas y muchas cosas más.

Crucigrama

Crucigrama

Pon a prueba tus conocimientos con el crucigrama de EL TIEMPO