El buzo de la policía Antonio Gonzalez se introdujo en el compartimiento para realizar un registro, rutinario cuando se trata de barcos procedentes de Colombia.
El hallazgo de cocaína no es desusado. Pero Gonzalez fue presa de la sorpresa y el terror cuando al emerger del agua dentro de la oscura campana de aire, encendió su linterna y se encontró con cuatro ojos que brillaban. Quedé consternado. No esperaba encontrar a nadie , declaró el policía a TheNew York Times. Aunque el hallazgo se produjo el jueves, las autoridades retuvieron la información por unos días para facilitar su investigación.
Los traficantes, identificados como John Cuesta Caro, de 27 años y Nicholas Córdoba Zapata, de 25, afrontan ahora una pena máxima de prisión perpetua.
Ambos estaban empapados, tiritando y aterrados. Durante la odisea de cinco días bajo el petrolero desde Cartagena a Nueva York sobrevivieron a base de fruta, queso y agua. La policía dijo estar sorprendida de que hubieran tenido suficiente aire para respirar.
Los narcotraficantes llevaban tapones en sus oídos para protegerse del ensordecedor ruido de la hélice y declararon que temían que mataran a sus familias en Colombia en represalia por haber fracasado en su osada empresa.
Estaban en muy malas condiciones. Me dijeron que sus familias iban a ser abatidas y que no querían volver a Colombia , afirmó Gonzalez.
Funcionarios de la aduana dijeron que el buque cisterna, Bright Eagle , registrado en Monrovia, llevaba una tripulación de coreanos que ignoraba la presencia de los dos polizones.
Zapata y Caro usaron una pequeña balsa para intruducirse en el compartimiento cuando el buque estaba vacío. Una vez cargado, la boca de la campana se sumergió en el agua. La presencia de aire impidió que se anegara, tal como ocurre cuando se sumerge un vaso boca abajo en el agua. La cocaína iba bien protegida, envuelta en tres bolsas plásticas.
Funcionarios de la aduana dijeron que esa era una técnica nueva a la que sin duda los traficantes tenían que recurrir debido a que estaban encontrando cada vez más obstáculos para introducir la droga por medios más tradicionales y seguros.