Adentro se ubicaron, en la parte delantera de la Catedral, el expresidente Julio César Turbay Ayala, doña Nydia Quintero de Balcázar, sus hijos, los hijos de Diana y otros familiares.
Muy cerca a ellos, los expresidentes López Michelsen, Pastrana Borrero, Lleras Restrepo, acompañados de sus esposas.
También, en la parte posterior, estaba el Presidente César Gaviria acompañado de su esposa. Cerca a él los trece ministros de su gabinete.
Al iniciar el oficio religiso el silencio fue absoluto. La homilía fue presidida por monseñor Eduardo Sarmiento Angulo, quien hizo un reconocimiento a Diana como mujer. Destacó su fortaleza, su espíritu emprendedor y su capacidad para construir la paz. Dijo también que ella dio muestras de ser una gran periodista.
Mientras Monseñor en tono sereno recordaba las bondades del amor cristiano, que parecen olvidadas por los colombianos, el pequeño Miguel, de tan solo cuatro años, mostraba su inocencia.
Al terminar la misa, el cortejo fúnebre partió hacia el cementerio Jardines de Paz. Una caravana acompañó el féretro de Diana, para darle un cálido y definitivo adiós.